Rafael Cardona, en su Cristalazo, consideró que los constantes pleitos de AMLO con todo el mundo recuerdan los que otros ex presidentes vivieron en sus sexenios sin ganar nada.
Cuando un mandatario se pelea con todos los sectores termina perdiendo porque el primero tiene un tiempo límite de poder y los segundos permanecen, aun cuando desaparezcan, llegan otros nuevos. A AMLO le quedan dos años de fortaleza, pues el último año de su gobierno las miradas estarán puestas en su sucesor y después de dejar el cargo, si no cambia su postura, enfrentará una enorme soledad en todo sentido.