Al menos 28 personas murieron en una explosión de un tanque cisterna de combustible ocurrida este domingo 15 de agosto durante la madrugada en la región del norte de Líbano, Akkar, mientras intentaban aprovisionarse en carburante.
El vehículo, que fue confiscado para distribuir (su contenido) a los ciudadanos”, explotó a las 02:00 en Akkar, indicó el ejército en un comunicado, que reveló que había militares entre los heridos.
La explosión, que revive el terrible recuerdo del puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020, que dejó más de 200 muertos, se produjo cuando las fuerzas armadas se desplegaron el sábado en estaciones de servicio para detener el almacenamiento de combustible, tras la reciente decisión del Banco Central de levantar los subsidios a los combustibles.
Según el último balance del Ministerio de Salud, la explosión se cobró la vida de 28 personas. Previamente, la Cruz Roja de Líbano notificó 20muertos. Entre las víctimas mortales hay varios civiles que esperaban aprovisionarse de combustible de la cisterna que explotó.
La agencia nacional de información indicó, por su parte, que la explosión sucedió tras altercados entre los residentes que se congregaron para obtener algo de combustible.
En el hospital Geitawi en Beirut, donde trasladaron a nueve personas con quemaduras, tres de ellas en estado grave.
Al menos siete cuerpos y decenas de personas quemadas fueron internadas en un hospital en Akkar, declaró la trabajadora sanitaria Yassine Metlej, que añadió que hay cuerpos carbonizadosque no pueden identificar: “Algunos ya no tienen rostro; otros, tampoco brazos”.
A todo esto, se añade que el hospital tuvo que rechazar a la mayoría de los heridos porque no está equipado para tratar quemaduras graves, agregó Metlej.
Algunas víctimas fueron llevadas a 25 kilómetros al hospital Al-Salam en Trípoli, el único en la región con equipamiento especializado.
El presidente Michel Aoun pidió que se abra una investigación para esclarecer las circunstancias del siniestro.
Líbano, que sufre una de sus peores crisis económicas desde la década de 1850, según el Banco Mundial, enfrenta una seria escasez de combustible desde hace meses.
El ejército libanés señaló el sábado 14 de agosto que decomisó miles de litros de gasolina y diésel que los distribuidores estaban acaparados en estaciones de servicio en todo el país.
La falta de combustible dejó a gran parte del país con solo dos horas diarias de electricidad, mientras que varios hospitales advirtieron que tendrían que cerrar a causa de los apagones.
Fuente: AFP