La doctora María Amparo Casar consideró que la agresión contra los alcaldes electos de la CDMX representó un uso exagerado de la fuerza contra un grupo que no representaba ningún peligro, pues bastaba con la mera presencia de los policías que ya de por sí era reprobable, por no permitir el diálogo entre los diputados y afectados por un tema que se discutiría en el Congreso y que los dejaría atados de manos para operar y que a todas luces, se interpreta como la venganza por haberles ganado la elección.
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Efectivamente: es inexplicable que una diputada del mismo Partido, haya solicitado a la fuerza pública para evitar el ingreso de dichos Alcaldes electos al recinto legislativo. La respuestas ella la tiene.