Las autoridades filipinas elevaron este lunes a 50 las víctimas mortales del accidente de un avión militar ocurrido en el sur de Filipinas, tres de ellas civiles, mientras que 53 personas, incluidos cuatro civiles resultaron heridos en el siniestro.
Según datos del Departamento de Defensa de Filipinas, las tres víctimas civiles se encontraban en la zona donde impactó el avión, mientras que los heridos, tanto civiles como militares están recibiendo tratamiento.
De esta forma, las 96 personas que iban a bordo de la nave siniestrada, incluidos tres pilotos, han sido halladas, mientras los equipos continúan la búsqueda de la caja negra para obtener información sobre las causas del accidente.
La investigación también incluye el relato de testigos, grabaciones y las conversaciones de radio entre el piloto y la torre de control.
Tres personas murieron en tierra mientras trabajaban en una cantera, explicó el dirigente local Tanda Hailid.
La nave, un C-130 Hércules de cuatro motores, realizaba la maniobra de aterrizaje en un aeródromo de la isla de Jolo cuando se pasó de la pista y no pudo volver a tomar altura alrededor de las 11:30 hora local hasta estrellarse contra un campo cercano.
«Al perder la pista de aterrizaje (el avión) trató de recobrar la potencia, pero no tuvo éxito y sufrió un accidente», indicó el comandante general de las Fuerzas Aéreas de Filipinas, Cirilito Sobejana, en un comunicado en el que precisó que la aeronave partió de una base en Cagayán de Oro, en la isla de Mindanado.
El incidente causó una espesa nube de humo negro, conforme a los vídeos y fotografías publicadas en las redes sociales por testigos, mientras las llamas devoraban parte del aparato siniestrado.
En el interior del aparato viajaban soldados que en su mayoría acababan de graduarse e iban a ser desplegados en un batallón que combate contra varios grupos extremistas islámicos que se refugian en el remoto archipiélago de Jolo, en el suroeste de Filipinas.
El C-130 accidentado fue entregado a principios de año a Filipinas mediante el acuerdo de asistencia militar que mantiene con Estados Unidos, quien operó la nave entre 1988 y 2016 y que pasó los últimos años en un hangar de una base estadounidense.