Lo que a la 4T se le ocurrió llamar “su-sana distancia”, en el mundo se conoce como distancia social. No todos estamos en el mismo barco durante esta crisis sanitaria. Habemos quienes tenemos ingresos, techo, comida, salud, acceso a medicinas, y hay personas que cada día tienen que enfrentarse con salir a ganarse el pan.
Unos andan en balsas como los cubanos, otros en lanchas y unos pocos en yates o cruceros (que por cierto son grandes dispersores de los virus).
Muy pocos de estos que andan en yate han sufrido durante la pandemia. Unos cuantos han disminuido su capital económico. Pero según Blommberg, a los 20 tipos más ricos del mundo les aumentó en promedio 24% la fortuna durante 2020 respecto al 2019. Por el contrario, el 40% de los habitantes del planeta los más pobres, no cuentan con una simple nevera en donde guardar y conservar sus alimentos. La gran mayoría de ellos, no consigue el suficiente alimento para estar saludables o simplemente, sobrevivir. Ochocientos once millones de personas en el mundo no saben si van a comer algo el día de hoy. El abismo de esta otra distancia, social, nos hiere como género humano.
Mientrás usted separa sus deshechos, deja de consumir plásticos de un solo uso y usa la Bicicleta para no contaminar, dos de estos 20 tipos Jeff Bezos y Richard Branson hicieron viajes al espacio en naves financiadas por sus propias fortunas, produciendo en cada viaje 1,115 toneladas de CO2 y consumiendo una barbaridad de oxígeno al despegue. Cada persona en el mundo produce 228 toneladas en un año. Asi que esas personas en unos cuantos minutos produjeron 50 veces más carbono que ud en un año y 500 veces más si usted realiza las medidas de mitigación descritas arriba. No cabe duda, no vamos en el mismo barco.
La prevención de las futuras pandemias comienza con la protección de nuestros bosques (que están siendo talados por la agricultura y un dudoso programa sembrando vida del gobierno federal), nuestros ecosistemas: terrestres, marinos (los corales esencialmente). Según un informe reciente de la Plataforma Intergubernamental Científico normativa sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), el cambio de uso de la tierra y la
desaprición de ecosistemas está vinculado con más de dos tercios de las enfermedades nuevas emergentes notificadas y estudiadas desde 1960.
Los ecosistemas naturales son esenciales para que exista una sociedad sana, y para prevenir el riesgo de una enfermedad zoonótica (patógenos transmitidos a humanos por animales de vida silvestre). Conservar nuestros ecosistemas es esencial para nuestra salud y sobrevivencia. De ellos obtenemos el agua, la comida y el oxígeno que respiramos.
Desde el sexenio anterior el presupuesto para la conservación de estos ecosistemas esenciales disminuyó en 60%. Disminuyó de 68 mil millones de pesos a 29.8 mil. En el primer año de la 4T aumento un 1.8%, a 30.4 mil millones de pesos. Al comenzar 2019 la conservación tuvo un recorte del 50%, y del 39% en 2020. Y de 10% en el 2021. Es decir para 2021 una reducción del 87 % respecto al comienzo del gobierno de Peña Nieto.
La CONANP, en específico que se encarga de cuidar, administrar, estudiar y conservar nuestras áreas naturales protegidas,(tan solo el 10.88% de nuestro territorio, la OCDE recomienda proteger el 30%), disminuyó su presupuesto desde 2016 a la actualidad (2021) en 83%. Se desaprobaron gastos para gastos de administración, renta de oficinas, papelería, gasolina, mantenimiento y viáticos. Mandaron a la gente que trabaja en el campo, a trabajar a sus casas y en el mejor de los casos, a oficinas prestadas por la generosidad de alguién más interesado en el sector que el propio gobierno federal.
Esta crisis nos tocó torearla como parte del consejo asesor del Area Natural Protegida, ANP Parque Nacional Arrecifes de Cozumel, PNAC. En medio de una terrible crisis por la enfermedad bacteriana del síndrome blanco se decidió cerrar parcialmente para fines de recuperación partes de la zona núcleo de los arrecifes en la isla. Perdimos el 40% de los corales masivos. Hubo que convocar a la comunidad, a todos los sectores y conseguir apoyos para gasolina, para viáticos, no solo de los integrantes del Parque Marino, sino para la Capitanía del Puerto y para el sector Naval que estaban en la misma situación debido a la austeridad republicana.
En el llamado Parque Marino, así se le denominó antes de la existencia de la CONANP, se relajó con los años y las disminuciones de presupuesto, la vigilancia. El resultado, más embarcaciones piratas (sin permiso) que las permitidas dentro del PNAC. Se superó por mucho la capacidad de carga del sistema.
Debido a la emergencia del síndrome blanco, hubo que reanudar la vigilancia y echar a andar el programa de cierres parciales. Ante el descontento de estos grupos de operadores irregulares que hacían viajes al Cielo, un lugar que el Consejo de Promoción Turístico estatal construyó como marca comercial con mucho éxito. Pero se estaba convirtiendo en un problema. Uno de ellos, la comunidad ocurría al lugar los domingos y hacia una gran cantina motorizada, las reglas de operación del programa de manejo del PNAC prohiben bebidas alcoholicas en las ANP, tirar basura y anclar. Todo esto sucedía.
Gracias a un excelente manejo por parte de la directora interina del ANP desde 2018, Brenda Hernández y en concenso con las fuerzas vivas de la isla; y gracias al apoyo de la Marina, la Guardia Nacional y la Capitanía de Puerto, se logró establecer el programa de cierres parciales que ahora ya va hacia su tercer año de operación. Ha ayudado mucho la disminución del turismo debido a la pandemia.
A la 4T no solamente no le interesa la conservación de nuestro capital de vida,, sino que ha retrocedido en formas y métodos a los años 70´s. Esto incluye las formas politicas. En política la forma es fondo decía Don jesús Reyes Heroles.
En Julio del 2020 llegó Fernando Orozco a la dirección del PNAC traido desde la dirección del Parque en Tulum donde tenía denuncias por corrupción respecto a construcciones en el ANP según el acta (FGE/QR/AMPTUL/UITUL/08/1005/2019). El consejo asesor expresó sus dudas al respecto y solicitó no tomara poseción hasta aclarar la situación. Pero el objetivo era borrar a Brenda Hernández que en tiempos de elecciones era incómoda para las fueras vivas de la isla.
Basado en tácticas políticas del mejor PRI de los 70´s, el nuevo director, a instancias de las oficinas centrales de CONANP, deshizo el Consejo Directivo alegando argumentos legaloides y construyó uno a modo. El Parque Nacional que recientemente cumpió 25 años sin nada que celebrar, hundido en el ostracismo y
abandonado por la comunidad, sin apoyo de los sectores y en un perfil muy bajo de operación, practicamente han desaparecido. Ha abandonado la vigilancia del ANP alegando que no hay presupuesto. Misma situación que sufría el Parque en tiempos de Brenda Hernandez y su consejo, pero que resolvían gracias al apoyo y generosidad de la comunidad.
Un terrible ejemplo, pero que ilustra la situación, es la muerte por atropellamiento de Charlie, asi le pusieron los guías de buceo, el 25 de junio pasado. Una longeva Tortuga caguama ó cabezona (Caretta caretta) de casi 100 años de edad que de forma pacífica y sin miedo recorría el arrecife diariamente, pasando entre los buceadores con mucha tranquilidad.
Imagine querido lector todo lo que pasó este macho para llegar hasta esta edad, todo lo que sobrevivió (ya había sobrevivido a una propela un par de años antes), para que venga una embarcacion, debió ser grande y a muy alta velocidad, porque partío en dos a una tortuga de casi dos metros y mas de trescientos kilos de peso. Solo hay tres en el parque. Habría que cuidarlas como oro molido. Bueno había, ya nada más quedan dos dentro de la zona del parque. Cayó encima del barco hundido Felipe Xicotencatl que ese día, gracias al programa de rotación, se encontraba cerrado. ¿Qué habria sucedido si hubiera sido un turista extranjero buceando en el barco hundido?
La comunidad cozumeleña no tiene nada que celebrar en los 25 años del PNAC y la conservación de nuestro capital natural. La dirección del ANP cozumeleña ha decidido guardar un distanciamiento social con la comunidad.
