Las autoridades del condado de Miami–Dade identificaron este lunes a la última víctima del súbito derrumbe de un condominio playero ocurrido hace más de un mes, que dejó un saldo final de 98 muertos.
Estelle Hedaya, una extrovertida mujer de 54 años de edad a quien le encantaba viajar, fue la última víctima en ser identificada, poniendo fin a lo que sus familiares describieron como una tortuosa espera de cuatro semanas.
“Hemos identificado a la última persona desaparecida (en el derrumbe) e informado a su familia”, dijo este lunes en rueda de prensa la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava.
Su hermano menor, Ikey Hedaya, confirmó su identidad. Él había proporcionado muestras de ADN y visitó el sitio dos veces para ver por sí mismo las tareas de rescate.
«Siempre mencionaba a Dios cuando batallaba con algo», dijo. «Había alcanzado un nivel diferente de espiritualidad, que le permitía sobresalir en todas las otras áreas».
Su hermano dijo que saca fuerzas de Dios, justo como veía que su hermana hacía en momentos complicados. Se programó un funeral para el martes.
Levine Cava explicó que agentes de la Policía y especialistas siguen en las tareas de recuperación de “todos restos humanos identificables” y objetos personales en la pila de escombros trasladados del lugar del siniestro a un depósito en Miami.
También pronunció palabras de elogio para los equipos de rescatistas y bomberos que han buscado en los escombros durante 33 días “como si buscasen a alguien de su propia familia”.
El sitio del colapso del 24 de junio en el edificio Champlain Towers South a orillas del mar, ha sido aplanado prácticamente en su totalidad y los escombros se movieron a un almacén en Miami.
Aunque los científicos forenses todavía trabajan, incluso examinando los escombros en el almacén, las autoridades afirmaron que ya no hay más cuerpos por encontrarse en donde estaba el inmueble.
Las cuadrillas de socorristas no hallaron evidencia de que aquellos encontrados muertos hayan sobrevivido al derrumbe inicial, dijo el jefe de bomberos, Alan Cominsky.
Equipos de rescate pasaron semanas luchando contra los peligros de los escombros, incluida una sección inestable del edificio que se balanceaba en la parte superior, un incendio recurrente y el sofocante calor veraniego de Florida, además del azote de tormentas. Revisaron más de 13 mil toneladas de trozos de concreto antes de dar por finalizada la misión.