Estados Unidos reanudó el viernes los vuelos de deportación rápida para familias migrantes que llegaron recientemente a la frontera entre el país y México, cuando hay un aumento de los cruces.
El Departamento de Seguridad Nacional dijo en un comunicado que los vuelos transportarán a familias de migrantes guatemaltecos, hondureños y salvadoreños que no pudieron ser expulsados inmediatamente por una política de salud pública relacionada con el coronavirus, y que no tenían una base legal para permanecer en el país.
Dejamos claro que aquellos que no reúnen los requisitos para permanecer en Estados Unidos serán expulsados con prontitud», dice el comunicado. Los cruces de inmigrantes suelen disminuir en los calurosos meses de verano, pero las detenciones en la frontera sur aumentaron en junio hasta alcanzar el nivel más alto desde abril de 2000.
Se espera que la cifra de julio sea similar o incluso superior, según dos funcionarios de la patrulla fronteriza que hablaron bajo condición de anonimato.
La inmigración, y en particular la llegada de solicitantes de asilo a la frontera sur de Estados Unidos, ha sido un tema candente durante décadas.
Los múltiples intentos de reformar las leyes estadounidenses y crear una vía de acceso a la ciudadanía para millones de inmigrantes que viven ilegalmente en el país han fracasado en el Congreso.