Rafael Cardona, en su Cristalazo, consideró que el asunto del espionaje contra personajes incómodos no es ni nuevo, ni exclusivo de México, pues todos los gobiernos lo hacen y eso ha ocurrido desde hace décadas, aunque en el caso de nuestro país, podría distender un poco la complicada relación entre AMLO y la prensa, aunque el presidente no puede decir que él no espía.