La Arena de Gimnasia Ariake en Tokyo enmarcó un momento histórico para Alexa Moreno y para México. Aunque la seleccionada no subió al podio en la final de salto de caballo, obtuvo un meritorio cuarto lugar durante su segunda participación en una justa veraniega.
Más de dos décadas después de que su compatriota Denisse López participara en la final de Sídney 2000, Alexa obtuvo 14.716 puntos tras dos saltos que la dejaron muy satisfecha.
“Yo hice mi trabajo como lo se hacer, así que estoy contenta. Me quedé a menos de una décima de la medalla, pero así pasan las cosas”, comentó una sonriente Alexa.
Sin presión alguna tras haber conseguido su boleto a la final, Alexa se presentó con un leotardo rojo para su cita con la historia. La oriunda de Baja California ejecutó sus saltos y consiguió dos buenos aterrizajes.
“Este año ha sido especialmente difícil, tuve muchas lesiones e incluso necesito hacerme una operación. La verdad no estaba segura de poder llegar, así que agradezco a toda la gente que me apoyó”, agregó.
El oro fue para la brasileña Rebeca Andrade con 15.083, la plata se la llevó Mykayla Skinner de Estados Unidos ((14.916) y Seojeong Yeo de Corea (14.733) fue bronce.
Los saltos que presentó la mexicana, de 5.6 y 5.8 grado de dificultad, fueron los mismos que la catapultaron a la medalla en el Mundial de Doha (2018) y al bronce en la Copa del Mundo de Bakú (2019).
Tras su participación en Tokyo, la gimnasta Alexa se tomará un descanso para sanar físicamente y dedicarse a otros asuntos personales que tiene pendiente.