La investigación, publicada por el Grupo Científico de Trabajo contra la COVID–19 dependiente del Gobierno de Suiza, reduce sin embargo a 16 meses la posible inmunidad de los vacunados con ese tipo de preparados ante formas moderadas de la enfermedad.
Según los científicos suizos, las vacunas de Moderna y Pfizer–BioNTech (únicas que por ahora se administran en este país) crean una respuesta en forma de anticuerpos entre dos y cuatro veces mayor que aquella que presentan quienes han superado la enfermedad, lo que supone una protección más duradera.
El estudio matiza que la duración de esta protección podría disminuir entre personas mayores de 75 años y la reducen por ello a entre 15 y 24 meses contra formas graves de la COVID–19 y de 7 a 10 meses para versiones moderadas (siempre con vacunas de ARN mensajero).
La duración de la inmunización de las vacunas será importante a la hora de organizar campañas de refuerzo y también para determinar la validez de los «certificados COVID–19«, que al menos a corto plazo podrían ser necesarios para viajar o asistir a actos multitudinarios en Suiza y otros países.
El texto avanza que los periodos de protección calculados podrían reducirse, aunque todavía no se cifra exactamente cuánto, en el caso de la variante delta, más contagiosa que anteriores cepas del coronavirus y que también parece necesitar una mayor cantidad de anticuerpos en el organismo para ser neutralizada.
Fuente: El Heraldo