La L-12 y el 2024.
El colapso de la Línea 12 que mató a 26 personas e hirió a más de setenta, se ha reducido a una ofensiva política del conservadurismo que, con filtraciones a medios hostiles, busca dividir y confrontar a los alfiles políticos del Presidente López Obrador rumbo al 2024, fracturando de paso la unidad de Morena.
Las revelaciones del The New York Times tuvieron más repercusión que las esbozadas por Milenio y Reforma y la hipótesis de soldaduras defectuosas en pernos de acero que unían estructuras férreas con losas de cemento. Fallas de origen pues.
Marcelo Ebrard reclama, de nuevo, el nulo caso que, primero The Economist y ahora el NYT, hacen a sus declaraciones; desvía el tiro hacía su sucesor, el hoy senador Miguel Ángel Mancera quien afirma que la prueba de un correcto mantenimiento en la L-12 consta en actas públicas.
Total, de las vidas perdidas, marcadas y afectadas ya nadie se ocupa; lo sustantivo es lo político, el futurismo, la robusta caballada en Morena y los famélicos equinos de enfrente. La ideología panfletaria de medios nacionales e internacionales. Lucro político sobre tragedias humanas por donde miremos.
Hoy, la noruega DNV-LG hace público el primer resultado de su investigación. Detalla tramos de presunta negligencia en etapas de la obra y momentos político-administrativos. Al margen de conclusiones finales, la secuencia de prisas, omisiones y corruptelas se repite de nuevo como en toda calamidad tatuada en la memoria nacional; guardería ABC o socavón en el paso exprés de Cuernavaca.
imposible hallar y señalar a solo un culpable; crímenes cuya autoría se atomiza y diluye entre actas, firmas, organismos públicos y privados, burocracia,
enredos legales que blindan, jurídicamente, a las figuras relevantes. En lo político es otro el derrotero.
Lo supieron bien los fallecidos Juan Molinar Horcasitas, ex director del IMSS imputado socialmente por la subrogación de guarderías, también Gerardo Ruíz Esparza, ex titular de la SCT. Y lo saben Marcelo Ebrard, Miguel Mancera y Claudia Sheinbaum.
También olfatean la sangre política, Ricardo Monreal, Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma y otros imaginados por el Presidente como viables sucesores.
Por cierto. No es casualidad que el explosivo reportaje del The New York Times esté firmado por Natalie Kritroeff o que el que denuncia la “Estafa Verde” sea autoría de Valeria Durán de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad. Las mujeres significan al periodismo por su valor al develar infiernos y abusos. Azteca Documentales estrenó el fin de semana el primero de cuatro capítulos de “Guerreras de la Libertad”.
Serie que nos regala testimonios de Adela Micha, Adriana Pérez Cañedo, Alicia Salgado, Ana Lilia Pérez, Ana María Lomelí, Anabel Hernández, Andrea Merlos, Bárbara Anderson, la columnista de La Razón Bibiana Belsasso, de Blanche Pietrich, Catalina Noriega, Claudia Guerrero, Elena Poniatowska, Elisa Alanís, Estela Livera, Eunice Albarrán, Fabiola Guarneros, Ivonne Melgar, Marcela Turati, Martha Ramos y Rosa Montero entre otras espléndidas practicantes del mejor oficio del mundo; vienen armadas con su voz y rigor para atraparnos, conmovernos y despertarnos.
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