Millones de habitantes de Sídney, la mayor ciudad de Australia, amanecieron este domingo (27.06.2021) bajo un confinamiento de dos semanas impuesto para contener un brote de la contagiosa variante delta del coronavirus.
Restaurantes, bares y cafés se mantuvieron cerrados tras la orden de permanecer en casa, inicialmente dictada para los barrios centrales de la ciudad, y luego extendida a toda Sídney y áreas vecinas.
La rápida propagación de contagios obligó a las autoridades a extender el confinamiento a toda la extensa ciudad y localidades aledañas, de las montañas a la costa.
Expertos sanitarios advirtieron que un cierre de poco tiempo, que ha sido efectivo en otras ciudades de Australia, no bastaría para contener el creciente foco de contagio, advirtió Gladys Berejiklian, jefa del gobierno de Nueva Gales del Sur, al anunciar este sábado las medidas.
Más de 110 casos de Covid-19 se han reportado desde que el conductor de una limusina dio positivo semanas atrás a la variante Delta, originada en India, después de trasladar a la tripulación de un vuelo internacional.
«Dado el nivel de contagio de esta variante del virus, anticipamos que en los próximos días podría aumentar el número de casos más allá de lo que hemos visto hasta ahora», dijo Berejiklian este domingo a periodistas.
Las restricciones obligan a la población de Sídney a permanecer en casa al menos dos semanas, saliendo solo para comprar bienes esenciales, recibir atención médica, hacer ejercicio, ir a la escuela o si no pueden trabajar desde casa.
Cualquier persona fuera de la zona de cierre que haya visitado Sídney desde el lunes también deberá aislarse durante 14 días.
Australia ha sido uno de los países más exitosos en combatir el Covid-19, con poco más de 30.000 casos y 910 muertes, en una población de 25 millones. Pero el gobierno enfrentó críticas por la lentitud en la aplicación de vacunas, con 7,2 millones de dosis aplicadas hasta el pasado viernes, con solo una pequeña parte que ha recibido las dos inyecciones.