El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitará el jueves Florida, lugar donde hay 11 personas muertas y 150 desaparecidos tras el derrumbe del 24 de junio que afectó a parte del edificio Champlain Towers South, ubicado en Surfside, informó hoy la Casa Blanca.
«El jueves 1 de julio, el presidente y la primera dama (Jill Biden) viajarán a Surfside, Florida», dijo el ejecutivo estadunidense en un comunicado, agregando que los detalles del viaje se darían más tarde.
Hasta el momento, según información de la alcaldesa de Miami-Dade Danielle Levine Cava, al menos 136 personas han sido ubicadas con vida. Levine Cava posteriormente agradeció al presidente su visita y la intención de reunirse con las familias impactadas por la tragedia y el personal de apoyo.
The response and support we have received from federal, state and other partners over the last six days has been unprecedented – and I am deeply thankful @POTUS will be visiting the site of this tragedy to spend time with impacted families and first responders. pic.twitter.com/TYA1wISSuE
— Daniella Levine Cava (@MayorDaniella) June 29, 2021
Hasta hoy los rescatistas llevan seis días trabajando con el objetivo de encontrar sobrevivientes entre los escombros del edificio de 12 pisos, ubicado a unos 20 kilómetros del centro de Miami.
Las autoridades locales informaron hoy que lograron identificar a ocho de las 11 víctimas reportadas actualmente. Entre ellos hay dos venezolanos y hay otros 29 latinoamericanos vinculados al inmueble de los que todavía no se tienen noticias: nueve de Argentina, seis de Colombia, seis de Paraguay, cuatro de Venezuela, tres de Uruguay y uno de Chile.
Biden declaró el viernes el estado de emergencia que habilita ayuda federal para las operaciones de rescate y de realojamiento de los supervivientes.
Tras el derrumbe de la torre de apartamentos, el presidente llamó a que se realizara una investigación federal exhaustiva para dar con las causas que causaron el siniestro.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, subrayó el lunes en una rueda de prensa que lo que el gobierno federal quiere es jugar un papel «constructivo» aportando los recursos federales que sean necesarios para «llegar hasta el fondo de lo ocurrido y prevenir para que no vuelva a pasar en el futuro».