Afortunadamente las campañas electorales llegan a su fin, se acabó el chismorreo, la especulación y el gran negocio de las encuestadoras. El próximo lunes ya conoceremos los resultados electorales, sabremos si los electores decidieron ponerle un freno a la cuarta transformación o están conformes con la gestión de “la cuarta transformación”.
El proceso electoral fue marcado por la violencia; candidatos de “todos” los partidos fueron víctimas de asesinatos, amenazas, y levantones. Resulta novedosa la participación directa de los grupos criminales en favor de algunos candidatos. Ni el gobierno ni nadie, fue capaz de garantizar la seguridad de los candidatos.
La oposición fue de menos a más y Morena fue de menos a… menos. Lejos están los pronósticos que le auguraban una mayoría aplastante en la Cámara de Diputados y la mayoría de las 14 gubernaturas en disputa. Las elecciones para gobernador se encuentran en empate técnico con la ventaja de que la oposición lleva una tendencia ascendente. En los estados de Querétaro, Nuevo León y Chihuahua de plano los morenistas no tienen la más remota oportunidad de lograr el triunfo.
Sin embargo, pase lo que pase, los resultados de las elecciones serán cuestionados, sin importar quién gane. Los ganadores tendrán poca credibilidad, aun en el caso de que ganen por diez puntos. El presidente ha hecho un extraordinario esfuerzo en atacar al Instituto Nacional Electoral y esto se traduce en un desgaste que afecta a los candidatos ganadores sin importar el partido o tendencia política. Es una desgracia pensar que, en estas, las elecciones más ‘grandes’ de México, uno de los momentos más neurálgicos para el país, las autoridades electorales sufren un embate político y jurídico.
El próximo domingo votaremos más polarizados, divididos y enojados que nunca, la fatiga del encierro pandémico y el discurso de odio de López Obrador y sus enemigos, genera ruido en la población. El discurso del presidente terminó por desinflarse, después del accidente de la Línea 12 del Metro sus palabras ya no tienen el mismo impacto. Todo pareciera indicar que Don Mario Delgado con todo y atentado le entregará malas cuentas al patrón.
El próximo domingo acudiremos a las urnas a refrendar (o no) el gobierno de cuarta que presenta más pretextos que resultados.
Pero, eso, salgamos a votar, es una obligación cívica y moral y probablemente, más que nunca esta vez, cada voto podría cambiar la historia misma del país.
Aletia Molina
@AletiaMolina