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Corrupción y elecciones: Francisco Fonseca

Publicado por
José Cárdenas

Francisco Fonseca

 

 

Mañana domingo 6 de junio será día de elecciones en todo el país. Se seleccionarán miles de cargos para el servicio público. La sociedad entera estará pendiente de los resultados. Tremendo trabajo que tendrá que llevar a cabo el famoso Instituto Nacional Electoral. Tendrá que trabajar con pinzas para no caer en dislates y ser objeto de críticas públicas y gubernamentales.

Las elecciones son un proceso por medio del cual ciudadanos con derecho a voto eligen a otra u otras personas para un puesto o función determinado.

Pero para presentarse tanto a ser elegido como a votar hay que cumplir una serie de condiciones. Es decir, tener reconocido el llamado derecho de sufragio activo y pasivo, el activo se refiere a votar y el pasivo a ser votado. Las elecciones libres y justas solo se llevan a cabo en países democráticos, lo que no significa que un país sea democrático por tener elecciones, éstas son solo una parte de ella.

El tema se vuelve difícil porque esta elección es, posiblemente, la más conflictiva de los últimos 30 años. Hay muchísimos intereses en juego. El titular del Ejecutivo manifiesta que el país se encuentra en paz y con estabilidad económica. Y muestra con cifras que hay mayor cantidad de mexicanos pagando sus impuestos, recuperando empleos, y que habrá mayores inversiones para México con el aumento del precio del barril de petróleo crudo. Además, el presidente indicó que se suspenderá la vacunación en todo el país el domingo 6 de junio debido a las elecciones 2021. También mencionó que el martes 1° de junio se rompió récord en vacunación luego de que más de 800 mil personas recibieran la vacuna contra Covid-19.

Pero también hemos leído y visto que todos los días se producen zipizapes en gran parte del país, atentando contra la seguridad y la vida de candidatos.

Y es que además el tema trillado de cada día es el de la corrupción. Dice el diccionario que es “alteración, vicio o abuso en las cosas, y además es la práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de las organizaciones en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”.

Es la famosa corrupción de décadas de antigüedad. Décadas. Que por supuesto no desaparecerá en dos o tres años porque está enquistada hasta lo más profundo.

Todos los días los medios de comunicación destapan cenagales y cloacas en los ámbitos público y privado.  Cada día que pasa nos percatamos más de lo extendida que está la corrupción en nuestros tiempos.  No obstante, creo que no sólo en nuestros tiempos, sino desde que el hombre ha pisado la faz de la tierra.  La corrupción es el mal de la sociedad que descompone todo lo que alcanza.  No tiene límites ni medida, no se detiene ante nada.  De hecho, no se detendrá. Se terminará cuando el último cierre la puerta. Y posiblemente quede alguien afuera para sembrar otra vez la semilla.

Vemos, cada vez con más frecuencia, ejecuciones, secuestros, detenciones, consignaciones, encarcelamientos. Oímos de sobornos, compras, cohechos, extorsiones, pagos indebidos, seducción. Aquí están involucrados todos los servidores públicos que usted imagine. No escapa ningún nivel ni área alguna. Obviamente esto no es privativo de nuestro país ni del poder público.  Se da a nivel mundial, y con más fuerza y frecuencia que aquí. Y es una vergüenza, pero no se hace algo, se hace nada. Las autoridades cierran los oídos, reina la impunidad. Afuera del gobierno el taxista que cobra 30 pesos más por una dejada, es corrupto, y también el tendero que vende kilos de 800 gramos, o el franelero que mienta madres porque solo recibió una triste moneda.

Sin embargo, se produce un hecho muy significativo en nuestra sociedad: la pérdida de la capacidad de asombro. Uno de esos aciagos momentos para la sociedad que confiaba en su autoridad policial fue la detención, allá en la década de los ochentas, de quien fuera jefe de la Policía de la ciudad de México de apellido Durazo. Y ni por eso nos asombramos. Después se han dado innumerables asesinatos, denuncias, detenciones, consignaciones, fugas al extranjero, regresos del extranjero, arraigos, etc., que no tendría memoria ni papel. Los medios de comunicación juegan aquí, hoy y siempre, importantísimo papel. Es tal el bombardeo de información que se genera en cada caso, que el siguiente debería ser más importante.

Los medios de comunicación están encontrando, cada vez más, una razón de supervivencia importante; las denuncias contra la corrupción y el eco que resuena y hace temblar gobiernos. Están surgiendo periodistas con valentía y coraje; la mayoría finge, la minoría actúa apegada a sus convicciones. Lo interesante sería conocer hasta que punto se encuentra desarrollada la corrupción dentro de los mismos medios. Porque no podemos dudar que la corrupción también se enseñorea allí, y más incisivamente.

Es mucho lo que hay que hacer para revertir la corrupción, la descomposición social, y construir y crear nuevos seres humanos. Es el esfuerzo de la educación, de la cultura, de la sabiduría, de la justicia.

Y los comicios están a la vuelta de la esquina.

 

pacofonn@yahoo.com.mx

 

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José Cárdenas