Al menos seis personas murieron, entre ellas niños, después que un obús de mortero lanzado por los talibanes cayera en una boda que se celebraba el sábado por la noche en una provincia al norte de Kabul, informó el domingo el ministerio afgano de Defensa.
El proyectil iba destinado a un puesto de controldel ejército cercano, pero acabó cayendo entre la multitud congregada en el festejo, en la provincia de Kapisa, según la misma fuente.
Murieron seis personas y cuatro resultaron heridas.
Por su parte, los talibanes negaron que hubieran lanzado el proyectil y dijeron que había sido el ejército.
Este domingo, el Ministerio del Interior también acusó a los talibanes de haber matado en un mes a al menos 250 civiles y herido a más de 500, sobre todo con minas y bombas que estallan en las carreteras.
Los talibanes desmienten que ataquen a los civiles, pero las bombas y minas destinadas a las fuerzas de seguridad explotan a menudo al paso de vehículos civiles.
Estas últimas semanas la violencia se ha recrudecido, con enfrentamientos casi diarios entre las fuerzas de seguridad y los talibanes.
Entretanto, el ejército estadunidense sigue retirando a sus últimos efectivos desplegados.