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Morena, alcahuetaje y simulación de encuestas: Martha Gutiérrez

Publicado por
José Cárdenas

Martha Gutiérrez

 

 

Ni el CEN de Morena, ni el Comité Estatal de la Ciudad de México, ni en el resto de los Comités Estatales, Morena aplicó encuestas para elegir a sus candidatos a alcaldes o a diputados locales. Sin embargo no es ninguna sorpresa el engaño que le hace a su propia militancia, y a la población en general, sin embargo lo que realmente comienza a ser preocupante es el profundo daño que su mitomanía le causa a nuestro país. Poco a poco la forma en cómo se toman las decisiones desde el partido en el poder, y en el gobierno mismo, están provocando además de una crisis sistemática, un precedente incide en la vida cotidiana.

Exactamente como cuando un hijo, sobrina, primo, amiga,  pareja, o cualquier persona a quien le descubrimos que miente, que engaña, nos sabemos de memoria las justificaciones que una y otra vez da, nos prestamos a su juego y lo seguimos permitiendo. Sabemos que en el fondo estas personalidades generalmente son inútiles o poco productivos (para ser políticamente correctos) y que en buena parte esa conducta es consecuencia de la falta de límites y de evitar que asuma las consecuencias de las acciones irresponsables que comete. Porque en su círculo cercano existe alcahuetaje, y muchas veces, nosotros mismos somos parte de ello.

Esto es justo lo que está sucediendo con Morena, el gobierno de la 4T y nuestra sociedad.

Desde la creación del llamado Movimiento de Regeneración Nacional, los líderes aseguraban que su principal propósito era hacer una forma de política diferente, y que la ciudadanía participaría activamente en la reconstrucción nacional. La corrupción era el eje principal de su discurso, por los daños que le habían generado al país, particularmente algunos funcionarios y políticos del PRIANRD.

En su momento, el dirigente de esa organización afirmó que no buscaría convertirse en partido político para no contaminarse.  Sin embargo, aquí están y ejercen el liderazgo político del país. Su líder lo hizo bien y ganó casi todo en 2018. Pero las consecuencias de ello han sido francamente desastrosas para el país.

Mario Delgado a nivel nacional, Héctor Ulises García Nieto, y prácticamente todos los dirigentes estatales de Morena son unos simuladores profesionales. Claro que esto es una afirmación muy delicada, sin embargo la evidencia vía los ciudadanos que dejaron fuera del proceso de selección de candidatos en Morena, no da otra una conclusión distinta. Son como niños consentidos, inútiles, torpes y mitómanos, que simplemente no saben manejar el poder. Son lo que en derecho romano se le llama furiosi, hijos dilapidadores, sin consciencia ni dimensión de la realidad, que en general requieren edictos para ser controlados.

Es increíble que en la Capital de la República, caja de resonancia política de este país, hayan jugado de esa manera con el acceso al poder. Lo advertí en anteriores columnas, y hoy se están pagando las consecuencias, por ejemplo: el poniente de la Ciudad es un verdadero desastre, tienen todas las elecciones en riesgo. Por desgracia Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard (a través de su esbirro Mario Delgado) decidieron designar argumentando que ganaron las encuestas, como candidatas a la sobrina de Layda Sansores, una niña «bien» que lo único relevante que hace es quitarse la ropa en eventos públicos y bailar como si estuviera en un table dance, o en Magdalena Contreras con el respaldo de Citlali Hernández a Patricia Ortiz, quien por una parte vive en Polanco, y por otra ahora viste con ropas y bolsas de marca, además de transitar custodiada por lo que tanto criticaran a los de antes, sus guardaespaldas.

Bueno, y que decir del stripper Sergio Mayer, o del ayudante de Mancera Héctor Maldonado, la impresentable Valentina Batres, la estridente Lorena Villavicencio, Isabela Rosales que deambula como fantasma, Javier Hidalgo y su corbata de moño, o «el muerto» como le llaman en Cuajimalpa a Francisco Saldívar, o Víctor Hugo Romo en Miguel Hidalgo.

Ahí, es donde la ciudadanía y la política les cobrará y fuerte. Porque la mayoría de estos candidatos perderán, por innumerables y específicas razones, porque  en síntesis la población ya se dio cuenta que son candidatos impuestos, simuladores y vacíos. Que no son producto de un proceso de regeneración, vamos ni siquiera de uno político. Son resultado de verdaderos berrinches políticos, que ni el PRI, o el PAN en sus peores épocas se cometían.  De ese tamaño es el yerro que cometió Morena.

Por supuesto que no es algo nuevo, sin embargo hay que decirlo, que se sepa, porque después de las elecciones del próximo 6 de junio, existe una profunda necesidad a partir de los resultados, de entrar en un proceso de reflexión, y que se evidencien los distintos problemas que hemos encontrado en la raiz de la política.

Porque ya es momento de decidir, si permitimos que el alcahuetaje politico continue, o definitivamente cambiamos de manera radical el modelo político para evitar que este se repita en el 2024.

Y no es pregunta.

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José Cárdenas