El Ejército israelí, con su intensa ofensiva aérea, y el grupo islamista Hamas, con el lanzamiento de más 150 proyectiles en apenas 20 minutos la noche de este martes contra Tel Aviv y sus alrededores, no dan muestras de querer acabar su escalada, que desde el lunes ha causado 27 muertos en la Franja de Gaza y 3 en Israel.
El movimiento islamista Hamás disparó hoy 150 cohetes contra el área de Tel Aviv, uno de las principales núcleos urbanos de Israel, y el centro del país, que hicieron sonar las sirenas antiaéreas.
El ataque contra el área de Tel Aviv -a 60 kilómetros de Gaza- se produce después de que Hamás ya lanzara ayer siete cohetes contra Jerusalén, a raíz de las protestas y disturbios entre palestinos y fuerzas israelíes que fueron el detonante de esta escalada, la más agresiva de los últimos años. Hasta ahora se ha saldado con la muerte de 28 palestinos del enclave y tres mujeres en Israel.
Según el Ejército israelí, Hamás y el grupo islamista Yihad Islámica lanzaron en poco más de 24 horas al menos 630 cohetes hacia territorio israelí. De estos, dos centenares fueron interceptados por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro, mientras que 150 fueron disparos fallidos que cayeron dentro de la misma Gaza.
Israel porque intenta recuperar la capacidad de disuasión perdida ante las milicias palestinas, como se reflejó con el ultimátum lanzado por Hamas y cumplido con proyectiles contra la mismísima Jerusalén. Hamas, por su parte, tiene más interés en dar por finalizado este capítulo bélico, dado que cuando lo inició ya obtuvo la «imagen de victoria» en Jerusalén (pánico en esta ciudad, sesión interrumpida en la Knésset con los diputados en el refugio, etc). Con todo, el grupo integrista no puede cesar sus ataques mientras la Fuerza Aérea israelí sigue sus bombardeos contra sus efectivos, instalaciones, túneles e incluso edificios. Y en especial porque promovió el enfrentamiento parapetado en la gran bandera religiosa y nacional (Al Aqsa y Jerusalén) que portan al unísono palestinos en Gaza, Nablús, Jerusalén, Haifa o Lod.
Entre los alrededor de 20 milicianos muertos en los ataques israelíes, se cuentan el jefe de la unidad de proyectiles de Yihad Islámica, Sameh Abed al-Mamluk y otros dos del brazo armado de este grupo apoyado, por Irán, alcanzados por un misil israelí cuando estaban una casa en el barrio gazatí de Rimal.