La selección de sus candidatos, los partidos políticos –y particularmente la autoridad electoral- deberían atender no solo a la formación profesional de los aspirantes a los cargos públicos sino y quizá sobre todo, a su condición humana y a su trayectoria de vida.
Desafortunadamente, las leyes de México solo piden requisitos formales y mínimos a los aspirantes, tales como la nacionalidad mexicana y la residencia, pero no se refieren, para nada, a la honorabilidad o la ética de quienes pretendan gobernar; y eso ha abierto el camino al poder a personas sin escrúpulos.
Candidatos con esas características sobran. Pero, vamos, no los quiero juzgar, qué piensa usted de personajes como…
Paquita la del Barrio, popular cantante, candidata a diputada por Movimiento Ciudadano en el municipio de Misantla, Veracruz.
Héctor Hernández, ex vocalista de Los Ángeles Azules buscará ser alcalde de Iztapalapa.
Carlos Villagrán, actor muy conocido (que personifica a “Kiko” en la serie mexicana El Chavo del 8), por la gubernatura y alcaldía de Querétaro.
Alfredo Adame, actor, va como candidato a diputado en Tlalpan, por el partido Redes Sociales Progresistas.
Los luchadores Tinieblas como precandidato a la alcaldía de Venustiano Carranza, Carístico es precandidato a la alcaldía Cuauhtémoc y Blue Demon Jr. es precandidato por la Gustavo A. Madero.
Adolfo Ríos, ex portero, es precandidato a la presidencia municipal de Querétaro por Movimiento Ciudadano.
Francisco Javier “Abuelo” Cruz, el ex futbolista, será presentado como candidato a diputado local por el PES.
Para las próximas elecciones, varios grupos organizados de mujeres han levantado la voz y protestado específicamente por el nombramiento de algunos candidatos que han sido señalados como misóginos y machistas, por abusadores sexuales y por violencia hacia las mujeres.
La sociedad civil tiene que estar siempre vigilante, para evitar atropellos e irregularidades, pero aún así, es muy poco lo que se puede hacer hoy mismo con un gobierno que desprecia a la ley y a las instituciones que tanto tiempo, esfuerzo e incluso sangre costó construir.
Las elecciones que tendrán lugar dentro de 16 días son trascendentales, porque abren la posibilidad de un equilibrio en el Congreso y dar fin a las decisiones unilaterales que se han venido dando, así como para detener los abusos del poder.
Nunca será beneficioso que una persona -o que un solo grupo- tenga el control de todo porque, los atropellos se vuelven una constante.
Hay que apurar el paso en la defensa de la democracia y de las instituciones.
En un mero afán de pragmatismo electoral, los partidos han nombrado hoy más que nunca a miembros de la farándula, cuyo único mérito es que son rostros conocidos y por su popularidad pueden lograr el triunfo. Pero si bien en sus espectáculos artísticos los aplaudamos ello no significa que sean las personas en las que confiaríamos para gobernar o legislar.
Desafortunadamente en la política se está dejando de lado la vocación y la trayectoria profesional o humana ofreciéndoles candidaturas a quienes son personas conocidas por las que el pueblo, engañado, se incline a votar, en una nueva modalidad del fraude a la auténtica democracia.
Pero para las próximas elecciones, los ciudadanos tendrán que elegir de entre lo menos peor y, así, ..¿qué podremos esperar?, solo mayor pobreza, mayor corrupción, y mayor deterioro para todos los habitantes de este gran país, el cual, precisamente, por su dimensión, cultura e historia, todavía no se lo ha podido acabar nadie.
Aletia Molina
@AletiaMolina