Militantes palestinos lanzaron más cohetes contra el corazón comercial de Israel el jueves mientras Israel continuaba con una dura campaña de bombardeos en Gaza y concentraba tanques y tropas en la frontera del enclave.
Los cuatro días de violencia transfronteriza no mostraron signos de disminuir y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que la campaña «llevará más tiempo».
La violencia también se ha extendido a comunidades mixtas de judíos y árabes en Israel, un nuevo frente en el largo conflicto.
Las sinagogas fueron atacadas y estallaron enfrentamientos en las calles de algunas comunidades, lo que llevó al presidente de Israel a advertir del peligro de una guerra civil.
Preocupado de que las peores hostilidades de la región en años se salgan de control, Estados Unidos está enviando un enviado, Hady Amr. Los esfuerzos de tregua de Egipto, Qatar y las Naciones Unidas hasta ahora no han ofrecido señales de progreso.
En nuevos ataques aéreos contra Gaza, aviones de combate israelíes atacaron un edificio residencial de seis pisos que, según dijo, pertenecía a Hamas, el grupo islamista que controla el enclave palestino. Netanyahu dijo que Israel ha atacado cerca de mil objetivos militantes en Gaza en total.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que 87 personas, incluidos 18 niños y ocho mujeres, murieron y 530 resultaron heridas, lo que agudizó aún más a los hospitales que ya estaban bajo una fuerte presión durante la pandemia de COVID-19.
«Nos enfrentamos a Israel y Covid-19. Estamos entre dos enemigos», dijo Asad Karam, de 20 años, un trabajador de la construcción, de pie junto a una carretera dañada durante los ataques aéreos. Un poste de electricidad se había derrumbado junto a la carretera y sus cables estaban cortados.
Un cohete palestino se había estrellado anteriormente contra un edificio cerca de la capital comercial de Israel, Tel Aviv, hiriendo a cinco israelíes, dijo la policía. Siete personas han muerto en Israel desde que comenzaron las hostilidades, dijo el ejército israelí.
Israel ha preparado tropas de combate a lo largo de la frontera de Gaza y estaba en «varias etapas de preparación de operaciones terrestres», dijo un portavoz militar, una medida que recordaría incursiones similares durante las guerras Israel-Gaza en 2014 y 2008-2009.
El portavoz del ala armada de Hamas, Abu Ubaida, respondió a la concentración de tropas con desafío e instó a los palestinos a levantarse.
«Levántense como quieran, desde el mar, la tierra y el cielo. Nos hemos preparado para su tipo de muerte que les haría maldecirse», dijo.
Las autoridades sanitarias de Gaza dijeron que estaban investigando la muerte de varias personas durante la noche que, según dijeron, pudieron haber inhalado gas venenoso.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que esperaba que los combates «se cerraran» más temprano que tarde.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, pidieron en una videollamada que se pusiera fin a los combates.
«El objetivo principal es detener los actos violentos de ambos lados y garantizar la seguridad de la población civil», dijo el Kremlin en un comunicado.
El presidente francés, Emmanuel Macron, también instó a un «reinicio definitivo» de las negociaciones entre las dos partes, y el primer ministro británico, Boris Johnson, pidió una «reducción urgente» de la violencia.
El primer ministro Benjamin Netanyahu ha dicho que Israel continuará con los ataques contra las capacidades militares de Hamas y otros grupos de Gaza. Hamas es considerado un grupo terrorista por Estados Unidos e Israel.
El miércoles, las fuerzas israelíes mataron a un alto comandante de Hamas y bombardearon varios edificios que, según Israel, estaban relacionados con las actividades de la facción.
Israel desató su ofensiva después de que Hamas disparara cohetes contra Jerusalén y Tel Aviv en represalia por los enfrentamientos de la policía israelí con palestinos cerca de la mezquita de al-Aqsa en Jerusalén oriental durante el mes de ayuno musulmán del Ramadán.
Las hostilidades han abierto un nuevo frente al alimentar la tensión entre los judíos israelíes y la minoría árabe del 21% del país que vive junto a ellos en algunas comunidades.
Grupos judíos y árabes atacaron a personas y dañaron tiendas, hoteles y automóviles durante la noche. En Bat Yam, al sur de Tel Aviv, decenas de judíos golpearon y patearon a un hombre que se pensaba era árabe mientras yacía en el suelo.
Una persona fue baleada y gravemente herida por los árabes en la ciudad de Lod, donde las autoridades impusieron un toque de queda, y se realizaron más de 150 arrestos en Lod y ciudades árabes en el norte de Israel, dijo la policía.
El presidente israelí, Reuven Rivlin, pidió el fin de «esta locura».
«Estamos en peligro por los cohetes que se lanzan contra nuestros ciudadanos y calles, y estamos ocupados con una guerra civil sin sentido entre nosotros», dijo.
Varias aerolíneas extranjeras han cancelado vuelos a Israel debido a los disturbios.
Las muertes en Israel incluyen un soldado muerto mientras patrullaba la frontera de Gaza y seis civiles, incluidos dos niños y un trabajador indio, dijeron las autoridades médicas.
El ejército israelí dijo que unos 400 de los 1.600 cohetes disparados por las facciones de Gaza se habían quedado cortos, lo que podría causar algunas víctimas civiles palestinas.
El conflicto ha llevado a la congelación de las conversaciones de los oponentes de Netanyahu sobre la formación de una coalición de gobierno para destituirlo después de las inconclusas elecciones del 23 de marzo en Israel.
Aunque los últimos problemas en Jerusalén fueron el detonante inmediato de las hostilidades, los palestinos están frustrados por los reveses en sus aspiraciones de un estado independiente en los últimos años, incluido el reconocimiento por parte de Washington de la disputada Jerusalén como la capital de Israel.
Fuente: Reuters