A más de un año de que se declaró la pandemia a causa del Covid-19 a nivel mundial, el número de casos en el país comienzan a descender, después de que enero fue el mes más crítico con 32,729 fallecimientos.
A inicio de año ya comenzaron a darse las primeras señales de transición a la normalidad al tener conocimiento de una amplia gama de vacunas que hacen frente al virus de SARS-Co-V2, aplicadas en todo el mundo.
En esta primera etapa, las vacunas aún continúan siendo administradas sólo por los gobiernos nacionales de cada país, por lo que aún no toda la población mundial ha sido elegible para acceder a ellas.
De tal manera, la aseguradora Bupa México anunció que se tomó la decisión de que una vez que se permita comercializar la vacuna se dará la cobertura al costo de la vacuna, así como a las reacciones de ésta.
“Incluiremos también las posibles reacciones derivadas, aunque éstas sean poco frecuentes, gracias a las pruebas de seguridad y calidad a las que han sido sometidas las vacunas. La cobertura para la aplicación de la vacuna se extiende a favor de nuestros asegurados actuales y clientes nuevos, específicamente para quienes cuentan con los planes Bupa Nacional Plus y los distintos Global Health Plans. En el caso de las potenciales reacciones derivadas, también aplica para Esencial Libre Elección, Legacy, Care y Corporate”, indicaron en un comunicado.
“Si algo nos ha demostrado la pandemia durante el último año es la necesidad de dar lo mejor de nosotros mismos, que la prevención es nuestra mejor herramienta para hacer frente a la incertidumbre y que, como empresa, nuestro compromiso con nuestros clientes es ser el medio para que tengan acceso a las mejores y más completas coberturas de salud”.
La aseguradora agrega que en cuanto la vacuna para combatir el Covid-19 se comience a comercializar a través de instituciones privadas, Bupa México cubrirá el costo y aplicación de la vacuna en todos aquellos países donde esté aprobada y controlada.
Aclaran que dicha cobertura se otorgará como parte del beneficio denominado “Examen de Salud General”.
Fuente: El Economista