Ricardo Pascoe Pierce, ex embajador de México en Cuba, consideró que el retiro de Raúl Castro de la actividad política en Cuba representa el fin simbólico de una era, aunque su familia seguirá con un gran poder e influencia en la isla por lo que difícilmente se puede hablar de un cambio o una nueva era.
Sobre el nuevo hombre fuerte, Miguel Díaz-Canel, consideró todo un enigma el como llevará sobre sus hombros la responsabilidad de tener todo el poder, después de haber gobernado a la sombra de Raúl Castro y ahora tener, por lo menos en el papel, la autonomía para tomar decisiones.