Los aficionados taurinos de Sevilla se quedarán por segundo año consecutivo sin las corridas de la Feria de Abril, después de que la empresa organizadora las cancelara porque las normas sanitarias anticovid hacían económicamente inviable el espectáculo.
La cancelación de la feria sevillana, una de las citas más importantes del mundo taurino, supone un nuevo mazazo para toreros, banderilleros, ganaderos y empresarios, que en 2020 tuvieron un año prácticamente en blanco en toda España a causa de la pandemia.
«Ante las medidas sanitarias exigidas por el Gobierno de la Nación y su aplicación por parte de la Junta de Andalucía, los festejos en Sevilla quedan suspendidos», anunció la empresa Pagés en un comunicado la noche del jueves.
Los festejos, más de una decena en total, debían arrancar este domingo con los matadores Morante de la Puebla, Roca Rey y Pablo Aguado, y prolongarse hasta el 2 de mayo con otras figuras en cartel como El Juli, José María Manzanares y la rejoneadora francesa Lea Vicens.
Pagés preparó los festejos acogiéndose a un detalle de la normativa sanitaria relativa a espectáculos públicos, según el cual, si no se puede mantener un metro y medio de distancia entre espectador y espectador deberán aplicarse como alternativa «las medidas de higiene adecuadas para prevenir los riesgos de contagio«.
Así, Pagés propuso a sus clientes un test de antígenos gratuito, y llenar el coso sevillano de la Maestranza en un 50%, es decir, más de 5 mil 500 personas.
Sin embargo, el gobierno regional andaluz consideró finalmente que el test de antígeno negativo «no es suficiente y hay que guardar la distancia del metro y medio«, lo que suponía llenar la Maestranza en apenas un 12%, explicó este viernes el empresario de la plaza sevillana, Ramón Valencia, en la radio COPE.
En circunstancias así, añadió, «era inviable» para las finanzas del negocio organizar las corridas, añadió el empresario.
Ramón Valencia explicó que la idea ahora es trasladar toda la programación cancelada a mitad de septiembre, y juntarla con las corridas previstas para entonces en la llamada Feria de San Miguel.
Para esa época, el gobierno español dice que quiere tener vacunado a más del 70% de la población.
Fuente: Contra Réplica