La variante B.1.617 (o «doble mutante») del COVID-19 recientemente descubierta en la India, está en el punto de mira de los expertos para dilucidar si está detrás del preocupante aumento de casos en el país. La variante tiene dos mutaciones en su genoma y fue descubierta a finales de 2020 en dos estados indios.
Apenas unos meses atrás, los datos de anticuerpos habían sugerido que muchas personas en ciudades como Delhi y Chennai ya habían sido infectadas. Los estudios también sugirieron que, a nivel nacional, unos 271 millones de personas habían sido infectadas, aproximadamente una quinta parte de la población de la India de 1.400 millones. Todo esto condujo a algunos investigadores a concluir que lo peor de la pandemia había pasado en el país. Pero no es así.
India tiene hoy 2,4 millones de casos activos de COVID-10. Es el 15% infectados en India desde el inicio de la pandemia. ¿Qué está ocurriendo? Una de las posibles explicaciones podría ser la nueva cepa detectada.
Esta nueva mutación se ha detectado, sobre todo, en el estado occidental de Maharashtra tras varias pruebas en la secuenciación del genoma del virus. Sin embargo, sólo se han identificado 728 casos de la nueva variante por la escasa secuenciación que se lleva a cabo en el país.
El genoma B.1.617 tiene al menos 15 mutaciones, con dos mutaciones específicas en la proteína S que lo definen. Así pues, la cepa B.1.617 contiene dos mutaciones (de ahí su sobrenombre de «doble mutante», si bien no es un término científico).
Esta cepa con dos mutaciones se ha relacionado con una mayor transmisibilidad y la capacidad de evadir la protección inmunológica. Cada una de estas dos mutaciones tomadas por separado no es exclusiva de esta variante, pero la aparición de ambas en la misma variante es única para ella. Con todo, los científicos aún no saben con seguridad si la variante es más infecciosa o resistente a las vacunas, ya que gran parte de los datos sobre esta variante están incompletos.
La primera de las mutaciones es la E484Q, que afecta a un aminoácido concreto de la proteína S que también está alterado en las variantes sudafricana y brasileña, lo que le permitiría evadir el sistema inmunitario con más facilidad.
La segunda mutación se denomina L452R, y se ha encontrado anteriormente en la variante californiana. Afecta a la parte de la proteína S que interactúa con el receptor ACE2, lo que podría ayudar al virus a fijarse mejor a las células. También se ha asociado a una mayor capacidad del virus de escamotear la acción de los anticuerpos.
Estas dos mutaciones se han visto por separado, pero esta es la primera variante donde hallamos ambas combinadas.
Muchos se refieren a la variante como el «doble mutante» porque B.1.617, en efecto, tiene dos mutaciones clave que han surgido en otras dos cepas. Sin embargo, como ya se ha dicho, esto no es correcto a nivel científico porque el SARS-CoV-2 muta todo el tiempo. Así que hay muchos mutantes dobles por todas partes. Al igual que las otras variantes, de hecho, B.1.617 contiene no solo dos mutaciones, sino más de una docena, pero la gente ha empezado a hablar de «doble mutación» solo porque contiene dos mutaciones muy famosas.
La OMS clasifica la variante india como «variante de interés», lo que debe traducirse como que se está supervisando. Jeffrey Barrett, director de la Iniciativa Genómica COVID-19 del Instituto Wellcome Sanger, por su parte ha afirmado que la variante india no se ha extendido mucho en los últimos meses, lo que en su opinión hace más probable que no sea tan transmisible como la B.1.1.7, la detectada en Reino Unido, que incluye la mutación N501Y en el dominio de unión al receptor, relacionada con mayor transmisibilidad, según los informes técnicos.
Así pues, la evidencia preliminar sugiere que B1.617 es más contagioso que las cepas anteriores del virus. La variante en Californiana, que porta esta misma mutación, es aproximadamente un 20 por ciento más transmisible que las cepas más antiguas del virus. Pero nadie sabe con certeza si B.1.617 es más transmisible y, por lo tanto, impulsa el aumento de casos de la India.
Para otros investigadores, esta nueva cepa sí podría estar detrás de las cifras de India de este domingo, que ha alcanzado los 190.000 muertos tras cuatro días consecutivos registrando más de 300.000 nuevas infecciones diarias y una media de 300 muertes al día.
La situación en India, de hecho, es similar a la de fines del año pasado en Brasil, donde un resurgimiento del COVID-19 en la ciudad de Manaus coincidió con la propagación de una variante altamente transmisible conocida como P.1, que podría haber sido capaz de evadir la inmunidad conferida por infecciones con cepas anteriores.
Finalmente, lo más probable es que las vacunas COVD-19 aún funcionen contra B1.617. Lo único que podría pasar es que podrían ser un poco menos efectivas, tal y como ha informado Ravi Gupta, profesor del Departamento de Medicina de Microbiología Clínica de la Universidad de Cambridge, en Twitter. También hay indicios de que las personas que ya han tenido COVID-19 pueden reinfectarse más fácilmente con esta cepa, tal y como sigue escribiendo Gupta, especialmente con el tiempo, a medida que su inmunidad natural disminuye. Estas reinfecciones, pues, también pueden estar impulsando este segundo aumento explosivo en India.
En definitiva: la cepa es preocupante, por supuesto, pero no se sabe si realmente es la única causa, ni que sea la causa más importante, del aumento de casos.
Como explican en Nature, la situación se ha desbordado por una concurrencia de factores, entre los que se encuentra la aparición de variantes particularmente infecciosas, es posible, pero también una baja cobertura de vacunas (solo el 8% de la población está inmunizada, pese a ser uno de los mayores productores de vacunas) y un aumento en las interacciones sociales sin restricciones. Así que no todo depende de la variante, y no sabemos realmente hasta qué punto está influyendo.
Por si fuera poco, hay otras razones epidemiológicas que podrían añadirse a las citadas para explicar este repunte de casos: la primera ola afectó principalmente a los pobres de las zonas urbanas, originando muchas muertes y dando la sensación de que muchas personas podrían estar ya inmunizadas cuando en realidad no era así. Es posible, pues, que los estudios de anticuerpos no hayan sido representativos de toda la población y se haya sobrestimado potencialmente la exposición en otros grupos.
En conclusión, los datos de secuenciación existentes no son suficientes para verter afirmaciones taxativas y aún debemos ser muy cautelosos con las causas que subyacen a este repunte de casos.
Por el momento, se sabe que la variante india ya está, al menos, en ocho países, según datos del consorcio de vigilancia genómica Gisaid. El país europeo con más casos es el Reino Unido, donde se ha detectado en 268 personas. También se ha encontrado en Alemania (11 casos), Suiza (6), Bélgica (4), Italia (3), Irlanda (3), Francia (1) y España (1). Unas cifras que probablemente están infrarrepresentadas, porque solo se secuencia una mínima parte de los casos de COVID-19 existentes.
Para evitar su propagación y entrada a otros países, en Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Suiza y República Checa han anunciado el endurecimiento de medidas. En la mayoría de estos países, la prohibición se extiende a pasajeros procedentes del país o que hayan estado en él en los últimos 14 días. España permite entrar aún a viajeros de India.
Hoy por hoy, la India es el epicentro de la COVID-19 en el mundo. Se han administrado más de 133 millones de dosis, principalmente de una versión producida en India de la vacuna AstraZeneca llamada Covishield, lo que supone menos del 10% de la población de la India. Sin embargo, la pauta completa de la vacuna solo la ha recibido unos 20 millones de personas (el 1,4 % de la población). También se está vacunando, en menor proporción (apenas un 5 %), con la vacuna india Covaxin.
Por el momento parece que los casos de infección tras la vacunación son asintomáticos o leves. Por los tanto, las vacunas sirven para lo más importante: evitar enfermedades graves.
Es decir, que el porcentaje de vacunados es aún muy bajo. Hemos de esperar para ver la situación cuando la proporción aumente.
India suministra AstraZeneca a mayores de 18 y Covixian a mayores de 12, pero ha autorizado para emergencia la Sputnik V y fabricará 850 millones de dosis de esta vacuna al año.
Fuente: https://www.xataka.com/Staff