El COVID-19 sigue su avance vertiginoso en América, un continente que, tras la semana con más contagios globales de la pandemia, vive un repunte de casos atribuido a la expansión de variantes altamente transmisibles y al relajamiento de restricciones, incluyendo un nuevo récord de muertes en Colombia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este lunes que en los últimos siete días se reportaron 5.2 millones de casos en el mundo, la mayor cantidad en una sola semana desde el inicio de la pandemia, y las muertes se incrementaron por quinta semana consecutiva, al superar las 83 mil.
Las regiones con más casos semanales fueron Europa (1.61 millones), América (1.52 millones) y el Sureste Asiático (1.51 millones).
Pero en muertes, América fue la más afectada, con 39 mil 482 decesos en los últimos siete días, seguida de Europa (más de 26 mil) y el Sureste de Asia (9 mil 447).
Con esto, la cifra acumulada de casos en el mundo durante toda la pandemia asciende a 140.8 millones, mientras la cifra de muertes supera ya los 3 millones.
De acuerdo con la OMS, América está por alcanzar los 60 millones de casos y Europa los 50 millones, mientras que el Sureste Asiático es la tercera zona más afectada con casi 18 millones de contagios.
América acumula, además, 1.45 millones de decesos, entre ellos los 420 de este lunes en Colombia, la cifra diaria más alta en ese país durante toda la pandemia, y Europa 1.03 millones, lo que las convierte en las regiones con mayor mortalidad por el virus.
Según el registro de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos sigue siendo la nación más afectada del mundo (31.7 millones casos y más de 567 mil muertes). Le sigue la India, con 15 millones de positivos y más de 178 mil decesos, y Brasil, que roza los 14 millones de casos y casi 375 mil decesos.
En tanto en Latinoamérica, después de Brasil, las naciones con más contagios son Argentina (2.7 millones), Colombia (2.65 millones) y México (2.3 millones).
Así el continente suma 59.7 millones de casos y 1.45 millones de muertes. Y de esta cifra, Latinoamérica reporta más de 27 millones de contagios y unos 863 mil decesos.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), que describe a Sudamérica como un “epicentro” del virus, ha alertado que los casos siguen creciendo considerablemente en Brasil, Colombia, Venezuela, Perú y algunas zonas de Bolivia, mientras que Paraguay, Uruguay, Argentina y Chile están experimentando un aumento continuo de las infecciones, amenazando su capacidad de respuesta.
De hecho, esta semana Brasil fue tercero en número de casos en el mundo, con más de 455 mil en 7 días, después de India (1.5 millones) y EE.UU.
Argentina fue segundo en Latinoamérica y séptimo en el mundo en número de contagios semanales (160 mil 477), seguido de Colombia, con más de 117 mil.
Y la mortalidad más elevada del mundo se observó también en Brasil, con más de 20 mil decesos en la semana, casi triple que en India y cuatro veces más que en Estados Unidos.
Ese repunte ha provocado la saturación de los servicios de salud y de las unidades de cuidados intensivos en estos países y en otros como Chile, Ecuador y Paraguay, en los que, además, se han retomado diversas restricciones, incluidas las cuarentenas, para resistir el embate del virus.
Expertos han atribuido esa situación tanto al aumento de los contactos sociales, especialmente entre los jóvenes, como a la propagación de variantes del coronavirus más contagiosas y en ciertos casos también más agresivas.
“Este aumento de infecciones tanto en el mundo como el continente americano es alarmante pero no sorprendente. Se están extendiendo variantes altamente transmisibles y las medidas de distanciamiento social no se observan tan estrictamente como antes”, indica en un video colgado en Twitter la directora de la OPS, Carissa F. Etienne.
Esta opinión es compartida por la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, en inglés), Rochelle Walensky, quien estima que la mutación británica supone ya 44 por ciento de los casos registrados en el país.
Según la OPS, al menos 32 países o territorios de América han notificado la detección de casos de infección por alguna o varias de las mutaciones de COVID-19.
Brasil es uno de los países que se encuentra en alerta por ello, dado que, además de la P.1 de Manaos y la P.2 de Río de Janeiro, los científicos estudian la aparición de otras cepas en su territorio y advierten de la posibilidad de que surjan variantes más resistentes.
A la par de una nueva ola de la pandemia, la vacunación sigue expandiéndose por el continente con diferentes ritmos, en un proceso marcado por la inmunización con la fórmula de AstraZeneca, una de las más adquiridas en Latinoamérica.
La aparición de casos anómalos de trombosis, algunos mortales, en personas que han recibido la vacuna de AstraZeneca provocaron que varios países hayan reservado su uso para ciertos grupos de edad.
Chile, por ejemplo, anunció que restringirá la administración de la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que aprobó el pasado enero, y solo la aplicará a las mujeres mayores de 55 años y a los hombres mayores de 18 años para evitar el riesgo de trombosis.
Mientras, las principales provincias de Canadá ampliarán el uso de la vacuna de AstraZeneca contra la covid-19 a personas de entre 40 y 55 años de edad, al mismo tiempo que las autoridades sanitarias del país detectaron un segundo caso de trombosis potencialmente vinculado a la vacuna.
Estados Unidos, uno de los países más avanzados en la inmunización, decidió que a partir de este lunes todos los adultos que lo deseen pueden pedir cita para recibir una dosis, en un momento en el que un cuarto de la población del país está ya completamente vacunada.
Fuente: EFE