El Nuncio Apostólico en México, Franco Coppola, quien visitó el 23 de abril Aguililla, en la Diócesis de Apatzingán, en una región marcada por la violencia y enfrentamientos de cárteles del narcotráfico en el estado de Michoacán, consideró muy provechosa dicha actividad y descartó haber temido por su vida, pues su labor lo ha llevado por lugares sumamente peligrosos, además de que desde que puso su existencia en manos de Dios, es Él quien decide y no los humanos.

En entrevista con José Cárdenas indicó que la razón de esta visita fue porque la Iglesia debe estar con los que sufren.

En tanto, Gilberto Vergara, párroco en Aguililla, Michocán, dijo que aunque los narcobloqueos regresaron una vez que se retiró el Nuncio, se quedan con la esperanza de que las cosas cambien.

Añadió que sabían que una vez que terminara esta visita, las cosas volverían a ser como antes, pero siempre queda la esperanza y la fe.