La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, prometió 310 millones de dólares en ayuda humanitaria adicional para Guatemala, Honduras y El Salvador en un esfuerzo por detener una ola de migración de esos países hacia EU, informó su oficina.
Harris discutió el lunes sobre los fondos en una conversación con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei. La reunión virtual duró aproximadamente una hora, según un alto funcionario de la Administración, y se produjo antes de un viaje que realizará Harris al país sudamericano en junio.
La portavoz de Harris, Symone Sanders, comentó que los líderes discutieron la necesidad de un crecimiento económico a largo plazo para crear empleos y detener el flujo de migrantes hacia EU, que ha causado una crisis política y humanitaria temprana para el presidente Joe Biden.
El paquete de ayuda incluye 255 millones de dólares en fondos de ayuda para mitigar los daños provocados por una persistente sequía, así como la escasez de alimentos y la pandemia de COVID-19, según la oficina de Harris. El dinero también financiaría medidas de seguridad para refugiados y solicitantes de asilo y proporcionaría servicios de salud y ayuda en casos de desastre a personas en esos tres países.
Otros 55 millones de dólares en fondos del Departamento de Agricultura se destinarían a fortalecer la industria agrícola de Guatemala y a ampliar el acceso a alimentación diaria y programas de alfabetización en Guatemala y Honduras, señaló la oficina de Harris.
Biden eligió a la vicepresidenta para que liderara la respuesta diplomática a la crisis migratoria comprometiéndose con los gobiernos centroamericanos.
El presidente Biden ha dicho que EU debe abordar la raíz del asunto de la migración, como la pobreza y la violencia en Centroamérica, para resolver el problema.
Pero los republicanos del Congreso estadounidense y el expresidente Donald Trump dicen que la revocación por parte de Biden de las duras políticas de inmigración de Trump alentó a más personas a cruzar la frontera, una acusación que la Administración rechaza.
La Administración también está presionando a los gobiernos centroamericanos para que tomen medidas enérgicas contra la corrupción y el crimen que, según los funcionarios, son los principales motores de la migración, y que tomen medidas inmediatas para asegurar sus propias fronteras.
Guatemala se comprometió a aumentar la cantidad de personal de seguridad en sus fronteras para evitar que migrantes de Honduras y El Salvador crucen hacia el norte, indicó Sanders. Ambos gobiernos también prometieron profundizar la cooperación policial contra los narcotraficantes y las redes de tráfico de personas.
Guatemala también planea abrir los llamados centros de recursos para migrantes, junto con EU, para que las personas soliciten asilo o condición de refugiado, o postulen a una visa de inmigrante o de trabajo, antes de iniciar el viaje hacia la frontera.
Fuente: El Financiero