Productores nacionales resaltan el esfuerzo realizado en cultivos de fresas, arándanos, frambuesas y zarzamoras con altas medidas de inocuidad, sustentabilidad y responsabilidad social.
Periódicamente, sobre todo en épocas de cosecha, trabajadores de Veracruz, Chiapas y Oaxaca, entre otros estados, llegan con entusiasmo a campos de Jalisco para sumarse a las actividades productivas en torno a los denominados berries: fresa, arándano, frambuesa y zarzamora. Poblados como Teocuitatlán de Corona, Ciudad Guzmán y Tapalpa son testigos de este flujo migratorio que va de la mano con la transformación económica generada a partir de estos cultivos implantados hace 30 años. En el caso de la fresa, la historia se remonta unas décadas más atrás, ya que su cultivo comenzó a definirse como una industria nacional hace 60 años.
Al igual que Jalisco, entidades como Baja California, Michoacán, Guanajuato, Colima y Sinaloa, entre otras, forman parte de la plataforma que ha marcado una renovación en el panorama agrícola mexicano, con un impacto positivo para los productores nacionales a partir del nivel de ventas de berries en los mercados extranjeros. “En 2020, el mercado de los berries mostró un sensible crecimiento en el panorama internacional. La comercialización de estos frutos, entre frescos y congelados, representó un ingreso de 3 mil millones de doláres, superior al generado por el aguacate”, dice Juan José Flores García, director general de la Asociación Nacional de Exportadores de Berries (ANABERRIES).
La fresa en México durante el 2020 fue más rentable que el aguacate, nuestro país es el tercer productor más grande a nivel mundial.
En esa sintonía, la producción de berries se ha incrementado notablemente, posicionando a nuestro país en los tabuladores mundiales. En el caso de la frambuesa, de la que México es el segundo productor mundial, en 2020 se produjeron 135 mil 200 toneladas, de las cuales se exportaron 98 mil 800 toneladas a 29 países en cuatro continentes.
Con respecto a la zarzamora, de la que México tiene el liderazgo como productor en el mundo, el año pasado se produjeron 309 mil 900 toneladas, de las cuales se exportaron 80 mil 800 toneladas.
México es el tercer productor de fresa a nivel mundial. En 2020 se produjeron 861 mil 300 toneladas de esta fruta, de la cual se exportaron 207 mil 100 toneladas a 18 países en tres continentes. En el caso del arándano azul, o blueberrie, México es el sexto productor en el mundo. En 2020 se produjeron 59 mil 300 toneladas de blueberries. Se exportaron 54 mil toneladas de esta fruta a 31 países en cuatro continentes.
“Hemos obtenido logros importantes en términos de legislación en los mercados internacionales. Uno de los más recientes y del cual podemos enorgullecernos es el fallo positivo para nosotros en la votación de la United States International Trade Comission (USITC) en la que se determinó que las importaciones de arándanos provenientes de México no causan daño ni amenazan a la industria de Estados Unidos.
“Esto ha sido una gran lección para los productores mexicanos. Así como sucedió con el arándano, debemos estar atentos a todas las normas de calidad y a los estándares internacionales para que la fresa, la zarzamora y la frambuesa sigan teniendo continuidad en los mercados del mundo. Es algo prioritario que no podemos perder de vista”- José Luis Bustamante Fernández, presidente del Consejo Directivo de ANABERRIES.
Con presencia en casi 40 países, la industria mexicana de los berries ha alcanzado estándares de calidad que le han permitido una penetración directa en Norteamérica, Europa y Asia. Sin embargo ahora uno de sus objetivos, además de seguir siendo una fuente importante de empleos para muchos mexicanos, es formar parte de la alimentación de muchas familias en nuestro país, partiendo de sus altos estándares de calidad, así como el valor nutricional de estos frutos que se han colocado en la categoría de super foods.
“En una época en que más que nunca necesitamos cuidar nuestra alimentación, buscamos que la gente y las amas de casa en particular, sean más conscientes de los beneficios que nos brindan los berries. Poseen un alto contenido de antioxidantes como las antocianinas, además de fibra, principalmente fibra soluble. Son bajos en calorías y carbohidratos, y ricos en vitamina C, la vitamina K, manganeso y calcio, entre otros componentes. Son productos muy nutritivos y saludables que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico”, subraya Juan José.
Para ser competitiva en el mundo, añade, la industria de los berries ha requerido de una profunda actualización en términos de inocuidad, sustentabilidad y responsabilidad social. No solo se trata de ofrecer frutos sabrosos, de buena apariencia, sino que se hayan producido en las mejores condiciones de bioseguridad, que se preserve, respete y mejore incluso el medio ambiente en que se producen y, algo de lo más importante, que la gente que participa en el proceso tenga las mejores condiciones y expectativas de vida.
“En el caso de nuestros productos no hay distinción entre calidad de exportación o para el mercado local. Todos los cultivos, sin excepción, se desarrollan con normas muy estrictas y la calidad es uniforme; solo puede haber variantes en términos de las exigencias de cada cliente. Por ejemplo, los japoneses pueden pedir fresas de tamaño más grande al regular, o que lleven el pedúnculo más largo; pero solo detalles así: la calidad es la misma.
“Hay un cuidado extremo en la calidad del agua de riego, así como en el uso de fertilizantes, que se utilizan a partir de una regulación gubernamental, además de los criterios de control que reiteramos con base en esa lista oficial. No hay forma de usar algo que no esté regulado. Las abejas son nuestras mejores aliadas en la polinización. El proceso de la cosecha también es muy estricto, con la mínima manipulación del producto. Los frutos jamás tocan el suelo, porque en el caso de que accidentalmente se llegara a caer alguno, de inmediato se deshecha”, explica Iris Rodríguez, directora de calidad de Driscolls.
El tiempo es un factor muy importante en la calidad y la inicuidad de los berries mexicanos, por ello una de los aspectos en los que más han insistido las 37 empresas que forman parte de ANABERRIES es en el cuidado postcosecha, de manera que la refrigeración y la transportación de los frutos se hagan con precisión casi milimétrica, ya que muchos de estos embarques deben llegar en óptimas condiciones a lejanos países en el término de unos días.
“Una de nuestras tareas enfocadas en los consumidores nacionales es cuidar que la calidad de nuestros berries siga manteniéndose al estar en las tiendas y los supermercados. Es una tarea muy exigente, pero podemos lograrlo al establecer una buena comunicación con nuestros distribuidores. Tenemos un buen ejemplo de lo que debemos hacer a partir de la industria del vino mexicano: hay que ser consistente en la calidad y siempre estar de frente a las inquietudes de los consumidores”, resalta José Luis Bustamante.
“Mucha gente pregunta sobre la calidad de las fresas, las frambuesas, los arándanos que pueden comprar en los cruceros de la calle, con los ambulantes. No puedo decir que no provengan de cultivos sanos, pero eso es muy diferente a que se haya tenido cuidado en su manejo y su transportación. En nuestro caso ofrecemos nuestros productos en empaques confiables, garantizando la higiene y las precauciones sanitarias que se han mantenido en este proceso”, explica Joaquín López, de Driscoll.
En el marco de la exigencia y las preferencias de los distintos mercados del mundo, las empresas dedicadas a la producción de berries han dedicado una parte importante de su labor a la investigación genética, desarrollando variedades que en muchos casos son de producción exclusiva de sus creadoras. Sabor, tamaño, color, requerimientos de cultivo, adaptabilidad a los distintos suelos son factores relevantes en la definición de las distintas variedades generadas en laboratorio que son parte ya del patrimonio alimentario mundial.
Otro de los logros de los cuales se precia la industria de los berries en México es de su alto compromiso social, al haber generado miles de fuentes de empleo y de transformar el panorama de muchas comunidades del país. “Los cultivos de berries abarcan alrededor de 50 mil hectáreas, con una generación aproximada de 400 mil empleos, con todas las regulaciones y prestaciones determinadas por la Ley Federal del Trabajo. Una de las directrices en las que hemos trabajado mucho es la responsabilidad social, porque no solo se trata de que sea una industria rentable, sino que también sea sustentable y mantenga un compromiso permanente con el bienestar de las comunidades”, precisa Juan José.
“Existe una población flotante que viene de otros estados, pero también tenemos la participación de población local y de gente que se ha arraigado a partir de su trabajo en las plantaciones de berries. No todas las cosechas se dan en la misma temporada, ni con la misma periodicidad, por lo que los trabajadores pueden ir rotando en distintos cultivos y asegurar sus ingresos a lo largo del año. Es una industria en la que se trabaja con altos índices de inocuidad, por lo que la salud y el bienestar de los trabajadores es parte fundamental de la estructura. Eso también ha sido importante para que tengamos índices muy bajos de propagación de COVID 19 entre nuestro personal”, explica Iris Rodríguez.
José Luis Bustamante agrega que la producción de berries ha transformado el panorama de vida de distintas comunidades.
En Michoacán, en la zona Los Reyes, se ha establecido todo un corredor desde La Piedad hasta Tacámbaro, incluyendo Zamora, que resalta por sus altos niveles en la producción fresera. Los Reyes es además líder en la producción de zarzamora. En el caso de Jalisco, municipios como Zapotlán El Grande, Sayula y Zapotiltic han logrado el arraigo y una mejor calidad de vida para sus habitantes a través de la producción de berries. Lo mismo ocurre en zonas de Guanajuato, Sinaloa y Baja California.
“Queremos que los mexicanos disfruten de estos deliciosos y nutritivos frutos del campo mexicano. Es una excelente opción para incluir en la alimentación diaria, a lo largo del día, en lugar de botanas menos saludables. Las amas de casa pueden estar seguras que al abrir una caja de fresas, frambuesas, arándanos o zarzamoras en casa van a disfrutar de un excelente producto que en otros países ya es parte de la alimentación, como parte de estrategias para mejorar los niveles nutricionales de la población. Son frutos muy versátiles que pueden disfrutarse en aguas frescas, postres, smothies; además de que van muy bien con los sabores mexicanos en salsas y ensaladas”, precisa Juan José Flores García. (RUBÉN HERNÁNDEZ. EL UNIVERSAL.)