La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) buscan un contexto de mayor productividad y competitividad para la industria de cárnico bovino, avícola y porcino. Dicho programa pretende integrar cadenas de valor, ya que México cuenta con condiciones sanitarias favorables, microclimas, ubicación geográfica y oportunidades de desarrollo en el sur y sureste del país.
“México cuenta con reconocimiento internacional en materia de sanidad, lo que le permite exportar producto cárnico a más de 60 países, entre ellas mercados exigentes como Japón, Corea del Sur y China”, dijo Víctor Villalobos Arámbula, secretario de la Sader.
El sector cárnico en México representa el 23% del Producto Interno Bruto de la industria alimentaria y el 32% del PIB agropecuario. De acuerdo a El Financiero, dicha industria genera 80 mil empleos.
Como medida adicional, Villalobos y Ernesto Hermosillo Seyffert, presidente de la Comecarne, mencionan que el gobierno deberá actualizar las regulaciones normativas como la NOM-158-SCFI-2003 haciendo hincapié en la calidad de los productos cárnicos.
Cabe señalar que en México el consumo anual de carne es aproximadamente de 65 kilos por persona, lo que lo coloca en la sexta posición de países que consumen producto cárnico. La proteína que más consumimos los mexicanos es la carne de pollo; su consumo ha aumentado de manera considerable desde 2017.
Las normas y actualizaciones ayudarán al consumo local, pues según la OCDE, para 2025, México podría tener un incremento en la demanda de hasta un 20%.