Y no, no hablo de las jeringas sin vacuna, el presidente está haciendo tiempo para seguir escudándose en el pasado, pues en el presente, no ha logrado nada.
Solo así se puede explicar que un nuevo montaje, aunque diga que no se trata de eso, en lugar de encarar las terribles crisis por las que atravesamos. La crisis económica, la de desabasto de medicinas, la de vacunas que llegan a cuentagotas y que se administran aún más lentamente, y la del sistema democrático.
Porque por montajes la 4T no se queda corta: rifar un avión sin avión, domar pandemias mientras se incrementan los contagios, decir que se cuenta con vacunas anti covid para toda la población solo para andarlas mendigando por el mundo, firmar un convenio por la democracia cuando existe el INE, y una gran lista de etcéteras.
Su propia vacunación es un montaje. En un principio dijo que no se vacunaría porque tiene anticuerpos (eso, y es fundamental aclararlo, NO es razón para dejar de inocularse). Que luego siempre sí. Que después lo hará. Que mejor otro día.
Total que, tal vez dada su “gran fuerza moral y no de contagio” sí se contagió, y ahora “la población le ha regalado inmunidad” y todos seguimos viendo montajes.
La vacunación del presidente AMLO es importante pero no en sí misma. Es fundamental (igual que lo es que use cubrebocas) porque sería ejemplo para millones que están temerosos y dubitativos con respecto a inocularse.
Pero como el presidente está haciendo tiempo, lo importante pasa a segundo plano. Y mejor reestrena la historia de Florence Cassez.
De pasadita, López Obrador le brinda un regalo a la francesa. Uno que quizá sea inmerecido pues, el que haya sido puesta en libertad en razón de que se violentó su debido proceso, no equivale a que haya sido declarada inocente en los casos de secuestro de los que se le inculpaba.
Valdría la pena que la ciudadanía viera un video de AMLO externando su opinión en ese momento sobre Olga Sánchez Cordero en relación al caso judicial paralelo que se le siguió a Israel Vallarta, quien sigue preso por el delito de secuestro.
Lo que queda más claro cada vez es que: las necesidades del país no le interesan a López Obrador. Y todo el tiempo que requiere para continuar generando cortinas de humo tiene una estrategia que ya sigue desde hace tiempo: generar odio y polarizar.
Pero, ¿cómo exigirle que deje de hacerse el sordo para enfrentar adecuadamente la abrumadora realidad que se empeña en ocultar?
Aletia Molina
@AletiaMolina