Persspicax
Ahora se ha convertido en una constante. Todo mundo la dice. Todos la pronuncian pero evidentemente muy pocos la entienden y aún menos la aplican: la democracia.
Hablar de procesos en los que se tome en cuenta a la mayoría es cada vez más raro. Considerar eventos en los que se busque tener representaciones en las que se respete la opinión de cada uno de sus integrantes es una rareza.
Y si en las sociedades y países en general es difícil, en actividades del deporte profesional mucho más. Dos ejemplos claros, el Comité Olímpico Internacional y la Federación de Futbol Asociación.
El llamado COI ha contado a través de lustros con presidentes que se convierten en personajes casi eternos. Uno de ellos fue Juan Antonio Samaranch. En la FIFA otro ejemplo de re elecciones se llamó Joao Havelange.
Tuvieron que transcurrir muchos años para que los procesos internos cambiaran medianamente. Y aún así, las federaciones internacionales no acaban de entender esos mecanismos y prevalece siempre la opinión de los más fuertes o los que más recursos tienen.
Ni que decir en nuestro país en el que se ha enquistado un concepto de total dominio de las élites en la mayoría de los ámbitos. Un claro ejemplo es el futbol donde históricamente Televisa ha manejado a su antojo ese deporte en México.
Pero ya lo ven ustedes, toda clase de sinvergüenzadas se viven cotidianamente y muchos personajes ajenos a prácticas honestas se llenan la boca con la palabra democracia.
Estamos lejos de convertir esa forma de convivencia en forma cotidiana y trato, a respetarla y comprenderla en una sociedad que hace todo diariamente por saltarse las reglas, saltarse la Ley. ¿Triste o no?
@poldelar.