Irene Levy, presidenta de la organización mexicana de vigilancia de las telecomunicaciones Observatel, consideró la iniciativa para incluir datos de millones de usuarios de teléfonos móviles en un registro biométrico, presentado como herramienta para combatir el secuestro y la extorsión, pone en riesgo a los usuarios, porque podría elevar el robo de teléfonos, ya que los delincuentes buscarían eludir el registro robando aparatos y podría poner en riesgo la seguridad de los clientes si los datos personales son mal utilizados.
En entrevista con José Cárdenas, advirtió que los delincuentes no van a registrar sus datos y buscarán la forma para seguir extorsionando o secuestrando, por lo que el argumento es absurdo.