Persspicax
Se han cumplido 365 días de un resguardo obligatorio. Hemos llegado a 12 meses de encierro en medio de las dudas y enorme incertidumbre generadas por un germen que ha conmocionado al planeta entero.
Cada una de las actividades humanas se han visto impactados y evidentemente los espectáculos como lo son deportes profesionales sufrieron las suspensiones y arenas cerradas. Todo era confuso y por supuesto no había certeza de nada. Miles de personas caían enfermas y muchas de ellas fallecía dramática e irremediablemente.
Europa y especialmente Italia y España eran foco de atención por la rapidez en la que se daban los contagios. Un partido de las copas del viejo continente se dice tuvo mucho que ver en la proliferación del llamado coronavirus en naciones europeas. El encuentro había sido protagonizado por cuadros ibéricos e itálicos.
Todas las ligas suspendieron sus encuentros. Muchos países recluyeron a sus ciudadanos y prohibieron reuniones, cerraron zonas comerciales y nuestro mundo cambió radicalmente. Un virus ponía en jaque nuestra existencia.
Al transcurrir las semanas se establecieron alternativas para que los deportes profesionales regresaran a sus actividades. Inicialmente la liga alemana de balompié realizando partidos a puertas cerradas con transmisiones de televisión a nivel mundial. La NFL decidió también hacer lo mismo teniendo éxito aún con estadios vacíos. Y la MLB realizó una serie mundial sui generis. La NBA no se quedó atrás reuniendo a sus equipos en una sola sede al igual que la MLS encapsulando a sus jugadores para evitar propagar el virus.
Localmente la Liga MX ha buscado la manera de resurgir no sin problemas debido a la indisciplina de varios jugadores. Recientemente ya se han dado encuentros con público en porcentajes de hasta 70 por ciento menos en cuanto a cupo y sana distancia.
El panorama es sumamente complicado más allá de la vacunación ya que en varias naciones se habla ya de una tercera ola de contagios. Dramático sin duda el escenario, trabajando, pensando y planeando desde nuestro refugio, nuestra casa, con muchas dudas y una economía mundial brutalmente impactada por el mal del siglo XXI.