La llama olímpica, símbolo significativo de los Juegos Olímpicos, comenzó su recorrido hacia Tokio desde la localidad de Fukushima, Japón, con una ceremonia atípica, reducida y sin espectadores.
La antorcha metálica de oro rosa, que tiene en el extremo superior forma de flor de cerezo, fue encendida en el simbólico complejo deportivo J-Pueblo, que sirvió de base a las operaciones de socorro tras la catástrofe nuclear del 11 de marzo de 2011, que siguió al terremoto y al tsunami.
Con los primeros pasos dados por las integrantes del combinado nacional de fútbol femenino de Japón, ganadoras de la Copa del Mundo en el año 2011, comenzó la cuenta regresiva para la inauguración de los Juegos Olímpicos. Esto ocurre luego de que las olimpiadas fueran retrasadas un año debido a la pandemia mundial del Covid-19.
De hecho, la llama para estos juegos ha permanecido encendida desde hace poco más de un año cuando comenzó el protocolo ceremonial frente a las ruinas del Templo de Hera en la antigua Olimpia, Grecia, el 12 de marzo de 2020.
La presidenta de Tokio 2021, Seiko Hashimoto, aseguró en la ceremonia de lanzamiento que la llama olímpica será un «rayo de luz al final de la oscuridad».
«Esta pequeña llama nunca perdió la esperanza y ha esperado este día como una yema de cerezo a punto de florecer», agregó.
De acuerdo con las autoridades japonesas, este símbolo ha permanecido bajo el resguardo del país desde entonces siendo exhibido en diversos lugares, entre ellos el Museo Olímpico de Japón en Tokio, hasta que el Gobierno de la capital japonesa declaró un estado de emergencia hace unos meses.
Para este año, el evento comenzó en la localidad de Fukushima, ubicada a 240 kilómetros al norte de Tokio, ciudad que fue devastada por el terremoto ocurrido en el año 2011 que trajo consigo un tsunami y el desastre nuclear en marzo de ese mismo año. Bajo el lema «La esperanza ilumina nuestro camino», los organizadores intentan mostrar el progreso de la ciudad en la reconstrucción de la región.
A cuatro meses para el día inaugural, previsto para el 23 de julio, unos 10.000 participantes portarán la antorcha que recorrerá los 859 municipios de las 47 prefecturas de Japón. El viaje prevé la visita de lugares icónicos como el monte Fuji e islas de renombre del archipiélago.
«El relevo de la llama pretende hacer saber que los Juegos Olímpicos se llevarán a cabo», subrayó Toshiro Muto, director general de Tokio-2020. No obstante, reconoció que el relevo no bastará para «superar todos los desafíos a los que nos enfrentamos actualmente», pero los organizadores están convencidos de que ver la llama contribuirá a suscitar el entusiasmo.