Mario Ávila
La voz de los estados
El caso campechano de las vacunas bien debe de servir como experiencia a otras entidades.
Con la llegada de la pandemia, se han desatado otros males que pasan por la descomposición social; fraudes en la venta de cubre bocas, un mercado negro de pruebas de Covid, pruebas falsas, certificados apócrifos como lo dio a conocer Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, en fin. Es lamentable, pero parte de la realidad.
En un país tan grande y con entidades que tienen extensiones de cientos de miles de hectáreas, la llegada de grupos delincuenciales o de estafadores es inevitable y es precisamente lo que ocurrió en Campeche.
En este sentido y, conforme las jornadas de vacunación crecen, la sociedad debe de participar también informándose y denunciando para no ser víctima del engaño y de estos grupos.
Sí a la responsabilidad del gobierno en sus tres órdenes, pero también, a una participación ciudadana más vigorosa.