El papa Francisco reiteró el domingo su “sentida llamada” a que todos los bandos en la guerra en Siria hagan “muestras de buena voluntad para que pueda abrirse un resquicio de esperanza para la exhausta población”.
El papa rezó por Siria durante su tradicional bendición del domingo en la Plaza de San Pedro, y dijo que ha pasado una década desde que comenzó el “sangriento conflicto”.
Ha causado uno de los desastres humanitarios más graves de nuestros tiempos, con un número desconocido de muertos y heridos, millones de refugiados, miles de desaparecidos, destrucción y violencia de todo tipo, un sufrimiento enorme para toda la población, en particular los más vulnerables, incluidos niños, mujeres y ancianos”.
Francisco también expresó su esperanza por un “decisivo y renovado compromiso” en la comunidad internacional de modo que “una vez se bajen las armas, el tejido social pueda repararse para iniciar la reconstrucción y la recuperación económica”.