La reaparición de Ricardo Anaya puso nerviosos a más de alguno, seguramente por eso la batería oficial ha enderezado sus críticas en las redes sociales y sus voceros en los medios que les dan albergue.
La verdad es que la carrera al 24 se había centrado en los nombres en torno a López Obrador, en particular Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal. En otros frentes se llegó a mencionar a Gustavo de Hoyos, por su protagonismo desde Coparmex y, desde luego, a los gobernadores con alto perfil como Enrique Alfaro o Javier Corral.
¿Ha sido muy temprano? Pues no, Fox anduvo en campaña seis años y López Obrador 18.
Lo que sí despertó Anaya fue la voz de algunos que dijeron que también quieren como Juan Carlos Romero.
Pasados casi tres años, los partidos grandes siguen en la orfandad, pareciera que no salen del marasmo en que los ha metido el presidente, quien todos los días golpea a quien se atreva a asomar la cara, lo saben el propio de Hoyos, Diego Fernández de Cevallos y Felipe Calderón, aunque a estos dos los ataca de oficio más que por sus pretensiones políticas.
Las aspiraciones de Anaya son evidentes y legítimas, ya se verá si su opción es el PAN, una alianza o partidos diferentes. Pero también los hay con un bajo perfil que van construyendo su proyecto, inclusive con apoyos discretos como Enrique de la Madrid o José Narro en las filas del PRI.
Frente al avasallamiento de López Obrador los tiempos se irán volando, los factores de poder no darán la cara por el pánico de ser alcanzados por algún señalamiento, real o ficticio, desde las áreas de poder de que dispone Palacio Nacional como el fisco, la fiscalía general de la república o la unidad de inteligencia financiera.
De ahí que se vea a quienes quieren buscarla haciendo esfuerzos en las redes sociales, programas en los medios, columnas en los periódicos, conferencias y apariciones en escenarios de resonancia con la asistencia de posibles promotores y simpatizantes.
Yo no veo a Margarita Zavala de nuevo en la contienda, la frustrada creación de su partido y su regreso a las filas del PAN la pueden llevar por otros caminos. Es deseable que algunas mujeres se asomen con ganas de participar, además de la Jefa de Gobierno, quien ya está en la carrera, hay algunas legisladoras con experiencia y trayectoria para dar la pelea como Patricia Mercado, Xóchitl Gálvez o Claudia Ruiz Massieu.
Seguramente en el sector empresarial y en el social hay personajes con talento y capacidades que podrían dar un aire fresco a la próxima elección presidencial, por ejemplo Claudio X. González Guajardo y el ya mencionado Gustavo de Hoyos.
Por eso Ricardo Anaya está en lo correcto, es más se tardó, esperó hasta que terminó la andanada que le lanzaron desde la campaña para reaparecer. Ya veremos si quedó lo suficientemente galvanizado, porque ya intentaron subirlo al tren de Lozoya.
En esta tarea es donde los partidos se ven lentos, sin proyecto, cuando tendrían que estar abriendo espacios para que sus aspirantes sean por lo menos conocidos, porque si no se han dado cuenta, López Obrador pasando el 6 de junio comenzará a allanar el camino para el 2024, lo que sea o quien sea que esté en su cabeza o le dicte el diablito que ronda su cabeza.