Coronavirus

#COVID19 qué se sabe de la nueva variante de la India y de las cepas más preocupantes hasta ahora

Publicado por
Aletia Molina

La India informó el miércoles el hallazgo de una “variante doble mutante” del SARS-CoV-2 en estudios realizados en varios estados del país, en medio de una segunda ola de contagios que sigue en aumento.

Las autoridades están comprobando si la variante, donde dos mutaciones se unen en el mismo virus, puede ser más infecciosa.

El Consorcio indio sobre genómica del SARS-CoV-2 (INSACOG), una agrupación de diez laboratorios nacionales formada por el Ministerio de Salud y Bienestar Familiar, confirmó que esta nueva mutación se detectó, sobre todo, en el estado occidental de Maharashtra tras varias pruebas en la secuenciación del genoma del virus.

“El análisis de muestras de Maharashtra ha revelado que, en comparación con diciembre de 2020, ha habido un aumento en la fracción de muestras con las mutaciones E484Q y L452R”, explica el informe, que añade que “estas mutaciones se han encontrado en aproximadamente el 15-20 por ciento de las muestras y no coinciden con ningún COV previamente catalogado”.

En el estado meridional de Kerala se han secuenciado 2.032 muestras de la variante N440K, que se detectó previamente en otros 16 países, incluidos el Reino Unido, Dinamarca, Singapur, Japón y Australia.

Esta variante del SARS-CoV-2 se encontró, además, en el 33% de las muestras analizadas en el estado de Andhra Pradesh y en 53 de las 104 pruebas de Telangana, ambos situados en el sur de la India.

Sin embargo, el reporte subraya que “aunque se hayan encontrado varias cepas preocupantes y una nueva variante doble mutante en la India, no se han detectado en cantidades suficientes para establecer o relacionar el rápido aumento de casos en algunos estados”.

Las autoridades advirtieron que estas nuevas variantes requieren la misma respuesta epidemiológica y de salud pública que otras cepas detectadas en otros países, como “el seguimiento de contactos estrechos, el aislamiento inmediato de positivos, así como el seguimiento del Protocolo Nacional que establezca cada región” del país asiático.

En medio de las preocupaciones sobre la llegada de la variante del Reino Unido al país en diciembre, India intensificó sus esfuerzos de secuenciación genómica, para detectar las variantes a través del trabajo de INSACOG.

Hay que aclarar que un grupo de coronavirus que comparten el mismo conjunto heredado de mutaciones distintivas se denomina variante. Si se acumulan suficientes mutaciones en un linaje, los virus pueden desarrollar diferencias claras en su funcionamiento. Estos linajes se conocen como cepas.

Cada vez que un virus ingresa a un organismo, su rol principal para sobrevivir es replicarse millones de veces en él, infectando sus células. En más de un año, el virus ha ido adquiriendo mutaciones aleatorias menores desde que saltó de los animales a los humanos, tomando la forma de errores tipográficos de una sola letra en el código genético viral o inserciones de tramos más largos. Pero durante el proceso de copia es frecuente que aparezcan errores que, si bien muchas veces no tienen ningún efecto, en ocasiones producen cambios en alguno de los aminoácidos que componen las proteínas del virus. Como consecuencia, la estructura tridimensional de estas macromoléculas se puede ver alterada, y con ella, las propiedades del virus.

“Los cambios genéticos pueden ser beneficiosos para el virus. Los cambios en la naturaleza son azarosos y siempre buscan prevalecer en el tiempo y sobrevivir. Cualquier especie va cambiando su estructura genética con el tiempo. Así, se producen cambios neutros, negativos o positivos (eficiente a la hora de reproducirse). Así funciona la selección natural. Todo en biología es genes y ambiente en el desarrollo”, explicó el biólogo y doctor en Ciencias Federico Prada a Infobae. “¿Y por qué resultó tan efectivo y letal en humanos? Porque el virus SARS-CoV-2 posee una de las características biológicas más importantes como llave de entrada al cuerpo humano: la molécula enzima convertidora de angiotensina 2 (o ACE 2), que está presente en gran medida en nuestro organismo como en pulmones, riñones e intestinos. Entonces el virus ingresa al organismo infectando células y duplicándose en su material genético con el objetivo de dividirse y generar más copias”, amplió el director de la Licenciatura Bioinformática y la Licenciatura en Biotecnología de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

A medida que se hace más difícil que el patógeno sobreviva, debido al surgimiento de vacunas y a la creciente inmunidad de las poblaciones humanas ya contagiadas, los investigadores también esperan que el virus obtenga mutaciones útiles que le permitan propagarse con mayor facilidad o escapar a la detección del sistema inmunitario. “Es una verdadera advertencia de que debemos prestar más atención”, señaló Jesse Bloom, biólogo evolutivo del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle. “Sin duda, estas mutaciones se van a propagar y, en definitiva, la comunidad científica necesita monitorear estas mutaciones y describir cuáles tienen efectos”.

Hoy, en medio de la carrera contra el virus que causa el COVID-19, las mutaciones aparecen rápidamente y cuanto más tiempo se tarda en vacunar, mayor probabilidad hay de que surja una variante que pueda eludir las pruebas, los tratamientos y las inmunizaciones actuales. El coronavirus se está volviendo más diverso genéticamente y los especialistas en salud afirman que la alta tasa de nuevos casos es la razón principal, porque cada nueva infección le da al patógeno la oportunidad de mutar mientras hace copias de sí mismo, amenazando con dar por tierra con el progreso logrado hasta ahora para controlar la pandemia.

Desde la identificación inicial del SARS-CoV-2, hasta el 8 de marzo de 2021, se han compartido, a nivel mundial, más de 714.514 secuencias genómicas completas a través de bases de datos de acceso público. Hasta el 8 de marzo de 2021, 38 países y territorios de las Américas han publicado en la plataforma GISAID 187.705 genomas del SARS-CoV-2, recolectados entre febrero 2020 y marzo 2021. Los países y territorios que han contribuido son: Antigua y Barbuda, Argentina, Aruba, Belice, Bermuda, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Curazao, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos de América, Guadalupe, Guatemala, Guyana Francesa, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Jamaica, México, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, San Bartolomé, San Eustaquio, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Martín, San Vicente y las Granadinas, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.

Actualmente hay tres variantes principales conocidas que preocupan a los científicos: la sudafricana, conocida por los científicos como 20I/501Y.V2 o B.1.351; la británica o de Kent, oficialmente 20I/501Y.V1 o B.1.1.7; y la brasileña de Manaos, denominada P.1. También está circulando la variante de Río de Janeiro o P2.

Tras notar un aumento de casos tanto de contagios como de fallecidos en Reino Unido, el 8 de diciembre, científicos y expertos en salud pública llegaron a la conclusión de que la causa era una variante del COVID-19. Dos semanas después, el ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, afirmó que la nueva cepa de coronavirus detectada en Inglaterra estaba “fuera de control” y por eso el Gobierno había tenido que actuar “rápidamente y con decisión”, en referencia al confinamiento impuesto en Londres y el sureste del país.

El consejero científico del gobierno británico, Patrick Vallance, explicó que esta variante del SARS-CoV-2, además de propagarse rápidamente, se está convirtiendo en la forma “dominante”, lo que conllevó “una subida muy fuerte” de los ingresos hospitalarios en diciembre. La nueva cepa habría aparecido a mediados de septiembre en Londres o en Kent (sureste), según él. De acuerdo al estudio preliminar sobre este nuevo linaje del virus, se detectó un grupo filogenético distinto (llamado linaje B.1.1.7) dentro del conjunto de datos de vigilancia del COG-Reino Unido. La variante B.1.1.7 contiene 17 mutaciones, incluidas varias en la proteína de pico. Se ha descubierto que uno de ellos, N501Y, ayuda al virus a unirse más estrechamente al receptor celular ACE2.

Así, la nueva variante del coronavirus 20I / 501Y.V1, o simplemente B.1.1.7., según los científicos que la estudian es hasta un 30% más mortal y un 70% más contagiosa. Ya está presente en más de 100 países. “La variante del coronavirus encontrada por primera vez en la región británica de Kent es preocupante porque, si bien las vacunas hasta ahora son eficaces contra las variantes en el Reino Unido, las mutaciones podrían socavar la protección que ofrecen las actuales vacunas contra la enfermedad de COVID-19”, dijo la jefa del programa de vigilancia genética del Reino Unido, Sharon Peacock.

En diciembre último, científicos identificaron una variante conocida como 20H / 501Y.V2, del linaje de coronavirus B.1.351 en Sudáfrica en medio de un incremento notorio de casos. Eso causó preocupación en los expertos porque los ensayos clínicos de vacunas muestran que ofrecen menos protección contra B.1.351 que otras variantes.

Es posible que las personas que se recuperen de otras variantes no puedan defenderse de B.1.351 porque sus anticuerpos no atraparán los virus con fuerza. La variante B.1.351 apareció casi al mismo tiempo que B.1.1.7, y se extendió rápidamente en Sudáfrica para convertirse en la versión dominante en ese país.

En enero, un grupo de investigadores informaron que habían detectado dos nuevas variantes del coronavirus en Brasil, ambas descendientes de una variante ancestral común algo más antigua. Aunque comparten mutaciones con otras versiones recién descubiertas, parecen haber surgido independientemente de esas variantes. Así, la variante conocida como de Manaos, o 20J / 501Y.V3, es del linaje P.1, una rama del linaje B.1.1.28 más grande.

La variante de Río de Janeiro o P2 (derivada del linaje B.1.1.28) se encuentra en todo Brasil. Una de las tres mutaciones de P1 también ocurre en este caso. Esta mutación podría potencialmente hacer que sea más contagiosa y conducir a una inmunidad reducida después de una infección previa con variantes anteriores. En la actualidad, también se está investigando a nivel nacional e internacional si este es realmente el caso. Al igual que la P1, todavía no está claro si P2 conduce a cambios en el curso de la enfermedad.

Un reciente estudio alertó de que la cepa brasileña también infecta a quienes hayan tenido COVID-19 y a quienes se hayan vacunado. Los expertos aseguraron que la variante brasileña del COVID-19, bautizada como P.1, podría tener una carga viral hasta diez veces más elevada y es capaz de evadir el sistema inmune de aquellas personas que ya tenían anticuerpos contra el coronavirus, revelaron otros dos estudios preliminares realizados por investigadores brasileños e ingleses.

Fuente: Infobae

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Aletia Molina