En este momento 25 de los 27 estados de ese país tienen más del 80% de sus unidades de cuidados intensivos ocupadas, de acuerdo a un reporte del instituto de salud Fiocruz.
Y en estados como Río Grande del Sur ya no quedan camas disponibles.
El colapso es consecuencia del momento crítico que atraviesa Brasil, que registró este 16 de marzo su cifra récord de fallecidos en un solo día por la covid-19.
La cifra de muertes esa jornada fue de 2.841 y supera de manera amplia a los 2.286 fallecimientos ocurridos el 10 de marzo.
«El análisis de nuestros investigadores sugiere que es el mayor colapso del servicio de sanitario en la historia de Brasil», señaló Marcelo Queiroga, nuevo ministro de Salud brasileño.
Se trata del cuarto ministro de salud que tiene Brasil desde que empezó la pandemia.
Apenas asumió su cargo, funcionarios de salud en el estado más poblado de la nación sudamericana, Sao Paulo, le pidieron que considere imponer un cierre nacional ante las cifras récord de fallecimientos que se registran.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, lleva meses recibiendo críticas por sus políticas de manejo de la pandemia.
El mandatario se opuso de manera sistemática a las medidas de cuarentena introducidas por varios gobernadores estatales con el argumento de que el daño colateral a la economía sería peor que los efectos del virus en sí.
En declaraciones a los medios de comunicación el martes, Queiroga instó a los brasileños a usar mascarillas y a lavarse las manos, pero no llegó a sugerir la alternativa de un encierro o nuevas medidas de distanciamiento social.
El cardiólogo sostiene que «los cierres se usaron en situaciones extremas y no pueden ser política central del gobierno».
Aquella declaración provocó una fuerte respuesta de Joao Gabbardo, jefe del grupo de emergencia por la covid-19 de Sao Paulo.
Desde su cuenta de Twitter, Gabbardo señaló que se llegó a un punto en el que hospitales privados solicitan espacio en el sistema de salud público debido a la demanda de camas de cuidados intensivos.
«Cuando (Queiroga) asuma, enfrentará las peores cifras de la pandemia», tuiteó el experto y agregó que el nuevo ministro no debería oponerse a una cuarentena nacional.
Mientras tanto, Bolsonaro no dejó de poner en tela de juicio los peligros de la pandemia y la semana pasada pidió a la población que «deje de quejarse» por el coronavirus.
Brasil tiene el segundo mayor número de infecciones y muertes del mundo, detrás de Estados Unidos.
En total, el país registró hasta el 16 de marzo más de 11,6 millones de infecciones confirmadas y 282.000 muertes desde que comenzó la pandemia.
El último aumento de casos es atribuido a la propagación de variantes altamente contagiosas del virus.
El gobierno brasileño no solo enfrenta cuestionamientos por sus políticas de prevención. También es criticado por el lento proceso de distribución de vacunas.
Brasil cuenta con las dosis de inmunización de Oxford-AstraZeneca y la china CoronaVac.
La administración de Bolsonaro también realizó pedidos de vacunas de Pfizer-BioNTech, Johnson & Johnson y la rusa Sputnik V.
Sin embargo, apenas alrededor del 4,6% de la población ha recibido una dosis.
Fuente: https://www.bbc.com/