China lanzó oficialmente este martes un pasaporte digital que permite verificar la situación sanitaria de los viajeros, una iniciativa que analizan Estados Unidos y Europa, donde continúa la polémica por la vacuna rusa contra el covid-19, que a partir de julio será fabricada en Italia.
Con la situación más controlada, Pekín lanzó el «certificado sanitario para los viajes internacionales», una aplicación para smartphones que muestra y verifica el historial de vacunación y las pruebas de covid, que podría contribuir a una apertura de fronteras.
Por el momento, no es obligatorio y está reservado a los chinos. Pero otros como Estados Unidos y el Reino Unido contemplan adoptar sistemas similares.
En la Unión Europea (UE), la idea del «pasaporte verde» será presentada por la Comisión Europea el 17 de marzo.