Parece más un cuento de terror antes que una historia verdadera. Y para aquellos que son impresionables con las arañas, Nueva Gales del Sur en Australia sería su peor pesadilla en estos días, en momentos en que la región sufre la pero inundación en décadas.
Miles y miles de arañas por donde se mire huyen de las intensas inundaciones que están azotando a Australia. Y llegan hasta las casas de las personas en busca de refugio y más altura para poder sobrevivir al agua. Las imágenes registradas de la cantidad de estos animales parecen de película.
Las inundaciones que afectan desde la semana pasada al este de Australia son las peores que ha sufrido el país en décadas. Ya obligaron a la evacuación de más de 18 mil personas y aislaron a 35 localidades. Para la noche del lunes se esperaban más lluvias intensas y el panorama podría verse mucho más agravado aún. Recién para el miércoles podría cesar la caída del agua.
Las imágenes de esta región de Australia, que complica más al Estado de Nueva Gales del Sur, muestran casas totalmente anegadas, avenidas, calles y rutas cubiertas en su totalidad por agua. Y canoas en las que se transportan los lugareños, por donde antes circulaban autos. Y en este contexto, la fauna también se ve afectada: vacas con agua a la altura de sus patas, y canguros nadando para salvar sus vidas. Y arañas, muchas arañas.
Los animales huyen para refugiarse en lugares más altos y sortear una muerte segura. Las arañas han huido hacia las casas de los habitantes de esta región, que están ubicadas en lugares más altos y así no mueren ahogadas en el suelo.
Las imágenes captadas por los habitantes de esta zona oriental de Australia impactan. Verdaderas “alfombras” de arañas (muchas de ellas de gran tamaño) se vieron en las casas de las personas. Entrando por las rendijas de las puertas, de las ventanas, de los garajes, los arácnidos se suman al ejército de animales e insectos que buscan lugares más altos para sobrevivir.
Literalmente, las arañas se “derraman” por las paredes de las casas y se dejan caer adentro, como un manto oscuro que cubre todo, más acorde al set de filmación de una película de terror que a la realidad. Pero la realidad supera todo.
Matt Lovenfosse, uno de los residentes de Nueva Gales del Sur, le dijo a The Guardian de Australia este lunes: “Salí a mirar y eran millones de arañas. Es asombroso. Es una locura. Todas las arañas se arrastraron hasta la casa, las vallas y lo que sea que puedan trepar».
Pero las arañas no son los únicos que buscan refugio. “Cuando crece el agua, las serpientes suben a los árboles”, dijo Lovenfosse.
Otra residente de Macksville, una pequeña ciudad cercana al río Nambucca de Nueva Gales del Sur, Melanie Williams, no ocultó su sorpresa por un enjambre de arañas que trepaban por la pared exterior de su casa mientras huían hacia terrenos más altos. Melanie habló con ABC y le dijo que “de vez en cuando veo arañas por el lugar, pero nunca nada de eso, era una locura”.
La Dra. Lizzy Lowe, aracnóloga de la compañía de investigación independiente Cesar Australia, afirmó que es normal que aparezcan enjambres de arañas durante las inundaciones, pero solo en ciertas épocas del año.
Lowe instó a las personas a no hacerle daño a las arañas y a tener “empatía” con ellas, por más que estuvieran asustadas por ellas. Algunos de los arácnidos llegan a tener tamaños muy grandes y son los que más miedo causan entre la población.
“Estas son especies nativas que intentan hacer lo suyo, intentar sobrevivir.Lo último que querés hacer es sacar el insecticida en aerosol «. Dijo la Dra. Williams. Y agregó: «No le van a hacer ningún daño a nadie».
También afirmó que las arañas estarían “haciendo todo lo posible para dispersarse”, tan pronto como las inundaciones bajen.
La doctora describió la importancia de estos animales para el ecosistema: “Son muy, muy buenos cazadores de insectos, así que si te deshaces de todas las arañas estarías plagado de insectos. Deberíamos preocuparnos por salvar a las arañas tanto como por salvar a los koalas». Dijo Williams.
Ante las peores inundaciones en 50 años, el primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo ante el Parlamento de Camberra que «los cimientos debilitados de edificios, carreteras y trenes, todo crea riesgos, al igual que los tendidos eléctricos derribados y la subida del agua».
Con 900 milímetros de lluvia caídos en los últimos seis días, el Estado de Nueva Gales del Sur se ha visto más afectado, así como también el oeste de la ciudad de Sidney, la ciudad más poblada de Australia. Pero las inundaciones siguen extendiéndose a lo largo de 850 km del territorio australiano.
Algunas áreas de Nueva Gales del Sur fueron declaradas este fin de semana pasado en estado de desastre natural.
La experta de la Oficina de Meteorología, Helen Kirkup, prevé la colisión de un sistema meteorológico que ha provocado las lluvias en estos días con otro que se desplaza del interior de Australia. Esto crearía más lluvias en el Estado de Nueva Gales del Sur. «Se van a hacer notar esta noche y hasta mañana», dijo. Pero resaltó que se espera que «su efecto sea efímero y que se disipe el miércoles».
Hasta el momento, Australia no lamenta muertes ni heridos graves a causa de las inundaciones. Pero no descartan desde el gobierno pedir ayuda al ejército para enfrentar este desastre natural.
Las zonas afectadas son las mismas que en 2019/2020 padecieron los incendios del llamado “Verano Negro” junto a una larga sequía considerada como una de las peores catástrofes naturales de Australia.
Fuente: The Guardian, EFE y AP