El próximo domingo 7 de febrero será una de las fechas históricas en la NFL, al ser la primera vez que se disputa un Super Bowl en la casa de uno de los dos equipos participantes: en este caso, los Bucaneros de Tampa Bay enfrentándose a los Jefes de Kansas City. El estadio Raymond James, o también conocido por Ray Jay, cuenta con capacidad de 65 mil 618 personas, con la opción de agregarle asientos temporales, logrando un aforo de 75 mil espectadores, esto solo en eventos especiales.
Este inmueble será el escenario de su tercer Super Domingo en su historia, al primeramente albergar la edición XXXV (2001) y XLIII (2009), con los encuentros entre Cuervos de Baltimore y los Gigantes de Nueva York y los Steelers enfrentando a Cardenales de Arizona, respectivamente. Fundado el 20 de septiembre de 1998, fecha en la que los Bucaneros jugaron por primera ocasión en su terruño, derrotando a los Osos de Chicago con marcador de 27-15, cuenta con el respaldo comercial de la compañía Raymond James Financial, con sede en San Petersburgo, socios que adquirieron los derechos del nombre por 32,5 millones de dólares para un plazo de 13 años; sin embargo, este se extendió hasta el 2028. El estadio tuvo una inversión de 168.5 millones de dólares.
Una de las excentricidades con las que cuenta el recinto deportivo, es un barco pirata, el cual se encuentra ubicado en la parte norte. Bautizado como Buccaneer Cove, fue construido por un grupo de trabajadores de los parques de diversiones de Disney. Colocado de lado, por el frente tiene un cráneo con dos espadas cruzadas y al centro de éstas, el ovoide. Una de sus principales funciones, además de otorgar una espectacular visión es que toda vez que su equipo realiza una anotación, la nave realiza disparos con los cañones, los cuales seguramente el Coach y su estrella, Tom Brady, quieren que retumben para intimidar a Mahomes y compañía. Para este choque de poder a poder no podrán ocuparse todas las localidades; no obstante, la National Football League anunció que los aficionados podrán asistir a este vento en forma controlada, al habilitarse 22 mil butacas.
De este número se desprenden un espacio de 7 mil 500 para personal de salubridad, encargados de realizar todos los protocolos necesarios y evitar contagios De esta forma, tuvieron que pasar 54 años de un juego de este calibre para que un equipo jugará el Super Bowl en su casa y ahora la incógnita que ronda es: ¿Tom Brady y los Bucaneros tendrán ventaja por jugar en su estadio?
Fuente: Quadratín