Así como los restaurantes han sido afectados por la crisis sanitaria por covid-19, los hoteles y moteles de la capital han tenido una disminución en la demanda de servicios, así como en sus ingresos.
Antes recibíamos hasta 50 coches por día, hoy (ayer) solo entraron 20. La pandemia nos afectó, las visitas bajaron alrededor de 95 por ciento; la mitad del personal fue despedido, ahora somos 20”, dijo Martín Rebolledo, encargado de servicio del motel Encanto, ubicado en la colonia Obrera.
De acuerdo con la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México, la pérdida económica de hoteles y moteles en la capital es de entre 60 y 80 millones de pesos mensuales aproximadamente, pues, de acuerdo con trabajadores del sector, la demanda a veces no alcanza ni siquiera el 30% de aforo al cual están restringidos para poder operar.
921 inmuebles tienen el giro de hotel, de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Económico
Pero para este fin de semana de San Valentín, estos establecimientos se preparan con todas las medidas sanitarias en espera de que la clientela sea mayor.
“Dentro de nuestras instalaciones encuentran tapetes sanitizantes, en el pasillo de la recepción marcamos el piso con la distancia recomendada, le sugerimos a nuestros clientes que se registren en código QR, en el mostrador colocamos gel antibacterial líquido o en toallas; las visitas se pueden retirar el cubrebocas hasta la habitación y todos deben pasar por el termómetro digital. Las habitaciones también son desinfectadas y se sanitiza hasta el último rincón”, explicó José, gerente de Motel Love, ubicado sobre Calzada de Tlalpan, en la colonia Miravalle.
En recorridos el jueves pasado se observó que en un motel de la colonia Potrero de San Bernardino, en Xochimilco, llegaron 10 vehículos en un lapso de una hora; en otro de la colonia Prados Churubusco, en Coyoacán, un vehículo ingresaba alrededor de cada 25 minutos.
Este fin de semana es el más esperado por la industria del amor, pues buscan recuperarse ante la crisis económica que, junto con los hoteles turísticos, ha dejado una pérdida económica de alrededor de 800 millones de pesos.
Fuente: Excélsior