Joe Biden aseguró este lunes que el golpe de Estado en Myanmar “es un asalto directo sobre la transición democrática en el país”, por lo que exhortó al Ejército a abandonar el poder “inmediatamente” y ordenó una revisión para considerar la reimposición de las sanciones levantadas debido a la transición de la nación a la democracia.
“La comunidad internacional debe unirse en una sola voz para presionar a los militares birmanos para que abandonen inmediatamente el poder que han tomado”, señaló el presidente de Estados Unidos en un comunicado.
“Estados Unidos retiró las sanciones a Birmania durante la pasada década basándose en el progreso hacia la democracia”, indicó el jefe de Estado, utilizando el antiguo nombre de Myanmar. Y agregó: “El retroceso de ese progreso requerirá una revisión inmediata de nuestras leyes y autoridades sancionadoras, seguida de la acción apropiada”.
Asimismo, Biden adelantó que Estados Unidos trabajará con sus socios de la región y del mundo “para apoyar el restablecimiento de la democracia y el Estado de Derecho, así como para hacer rendir cuentas a los responsables de anular la transición democrática de Birmania”.
Más temprano el que se pronunció fue el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, quien pidió al ejército birmano “liberar a todos los responsables del gobierno así como a los dirigentes de la sociedad civil y a respetar la voluntad del pueblo de Myanmar tal y como se expresó en las elecciones democráticas del 8 de noviembre”.
Además de Estados Unidos, el golpe de Estado también fue condenado por decenas de países y organismos internacionales, como la Unión Europea (UE), Naciones Unidas, el Reino Unido, China, Australia, India, Singapur y Canadá, entre otros. El Consejo de Seguridad de la ONU, en tanto, celebrará el martes una reunión de emergencia para abordar la situación en el país asiático.
El ejército de Myanmar proclamó este lunes el estado de emergencia por un período de un año y nombró a un general como presidente interino, después de detener a la jefa del gobierno civil Aung San Suu Kyi y a otros altos cargos.
Esta decisión es necesaria para preservar la “estabilidad” del Estado, afirmaron los militares en una declaración en la cadena de televisión del ejército NAME. Acusaron a la comisión electoral de no haber subsanado las “enormes irregularidades” que se produjeron, según ellos, durante las elecciones legislativas de noviembre, que ganó el partido de Aung San Suu Kyi.
La líder de Myanmar Aung San Suu Kyi y otras importantes figuras del partido gobernante fueron detenidos en una operación temprano en la mañana, dijo el lunes el portavoz de la gubernamental Liga Nacional para la Democracia. Los arrestos se producen tras días de tensiones al alza entre el gobierno civil y el poderoso ejército.
El ejército se apoderó este lunes por la mañana del ayuntamiento de Rangún. Cinco camiones militares se desplegaron en el recinto del ayuntamiento y los soldados hacían retroceder a las personas en la entrada, según un periodista de AFP. El acceso a internet y a todas las telecomunicaciones seguía muy perturbado.
Los soldados también tomaron el control de la cadena de televisión pública MRTV, apuntó el medio en un mensaje de Facebook al que miles de usuarios respondieron con las etiquetas “Necesitamos democracia”, entre otras. Efectivos castrenses también tomaron una de las compañías de telecomunicación que opera en el país.
Aung San Suu Kyi, por su parte, instó a la población a “no aceptar el golpe de Estado”, según una carta publicada en las redes sociales por su partido. La jefa de facto del gobierno civil “dejó este mensaje al pueblo”, explicó en Facebook Win Htein, el presidente de su partido, la Liga Nacional para la Democracia.
Activistas políticos que pidieron no ser identificados por motivos de seguridad elaboraron una lista de otras personas que se creía habían sido detenidos, como el cineasta Min Htin Ko Ko Gyi, el escritor Maung Thar Cho y veteranos conocidos del movimiento estudiantil de protesta de 1988 como Ko Ko Gyi y Min Ko Naing. No fue posible confirmar las detenciones en un primer momento.
Los legisladores de Myanmar iban a reunirse en la capital para la primera sesión del Parlamento desde las elecciones del año pasado, en medio de tensiones persistentes por los recientes comentarios de las fuerzas armadas que fueron considerados ampliamente como una amenaza de golpe de Estado.
Sin embargo, los militares insistían en que sus acciones tenían justificación legal aunque el vocero del partido de Suu Kyi y muchos observadores internacionales han dicho que en la práctica era un golpe.
Suu Kyi, de 75 años, es por mucho la política con mayor fuerza en la nación, y se convirtió en la jefa de gobierno luego de liderar durante décadas una lucha no violenta contra el mandato militar.
Fuente: Infobae