Como bien dice el viejo refrán, nadie sabe para quién trabaja. En la Ciudad de México parece aplicar «como anillo al dedo», para Claudia Sheinbaum, quien demostró trabajar para lo peor del PRD, y curiosamente, para quienes más había criticado.
La forma y términos de hacer política de las llamadas tribus perredistas fueron el centro de la crítica de los «puros» o «históricos» del PRD, entre los que destacaban Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum desde 2006.
Sin embargo, tal parece que toda esta lucha y disputa realmente fue para que esos personajes tan «criticados y rechazados», cómodamente regresaran al poder en 2021, materializando sus deseos. Me explico.
Adrián Rubalcava, un ex perredista, del grupo de René Bejarano siempre tuvo la intención de ser candidato del PRD a diputado o alcalde, y por diversas razones se lo negaron.
Leonel Luna, un ex perredista, claro, primero ex priísta en sus orígenes políticos, quien abandonó ese partido para irse al PRD, cuando ni más ni menos que Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre le gana la dirigencia del Frente Juvenil, ex Verde, y ahora convertido neo-panista, fue subordinado de René Bejarano quién le entregó la alcaldía Alvaro Obregón para ser administrada, aunque en un par de ocasiones intentó revelarse, hasta que lo logró en un acuerdo con Héctor Serrano y Miguel Ángel Mancera.
Para completar la tríada, Eduardo Santillán, incondicional socio de Leonel Luna y su sucesor en 2009 en la alcaldía Álvaro Obregón, empleado de René Bejarano, ahora de vuelta, impuesto por Claudia Sheinbaum a través de una lamentable negociación con el señor de las ligas.
El triángulo del terror, se perfila geográficamente al poniente de la ciudad, en el distrito 17 federal Leonel Luna candidato del PAN a la Diputación, la alcaldía Cuajimalpa con Adrián Rubalcava, y al sur con Eduardo Santillán en la alcaldía Álvaro Obregón. Una triada que se conoce como pocos entre sí, han sido parte del mismo equipo, colaboradores en la misma administración, cómplices y exactamente con la misma visión del poder. Atrabiliarios, amenazantes, provocadores, porros, con ambición y voracidad económica desmedida, mediante negocios inmobiliarios y promoción de cobro de piso como pocos, esta singular triada pretende reunirse de nuevo, a costa de ni más ni menos, que de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.
Lo que llama más la atención, es que no sólo les han permitido esa perversa asociación territorial, sino que de facto desde la cúpula de todos esos partidos fomentan ese entramado político. Porque es increíble que los ciudadanos, todos los días y por todas las vías posibles señalen y acusen todos los abusos que durante años han venido cometiendo, y estos personajes sigan como si fueran los dueños absolutos de la ciudad. Esto, hace suponer que con algún personaje y oficina poderosa rinden cuentas, ya que de otra manera, hace mucho que su destino debió ser el Ministerio Público, con todas las consecuencias penales.
Porque basta utilizar cualquier buscador en la internet y teclear sus apellidos y las palabras «abuso», «corrupción», «droga», «inmobiliario», «inseguridad», «amenazas», «antros», entre otras, para saber la clase de personajes que son.
Ese triángulo que hoy se prepara, es justo lo que los ciudadanos han rechazado tajantemente durante años, a lo que dirigentes de los partidos políticos, y hoy la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, han dado la espalda y se han hecho de la vista gorda.
Cuidado Claudia Sheinbaum, porque la ciudadanía no olvida y más temprano que tarde se los echará en cara y pagarán las consecuencias.
Y no es pregunta.
