Para ganar los partidos y para trascender es necesario meter goles. Si eso no sucede y tienes nulos acercamientos a la portería rival podrás dar un gran encuentro defensivamente pero no alcanzarás el objetivo trazado.
Por ello, los Tigres del Universitario de Nuevo León no conquistaron la Copa del Mundial de Clubes. Al caer un gol por cero ante el Bayern de Munich, queda la sensación de que ha sido una digna actuación indudablemente, pero solamente eso.
La defensiva felina tuvo varios errores que pudieron traducirse en anotaciones de los teutones. No habían llegado los goles y el VAR tuvo un peso específico en el partido para anular uno de los bávaros y dar como bueno el que a la postre le dio el sexto título del ciclo anual al gran conjunto escarlata.
Pero queda muy claro que no se puede depender solamente de lo que el cuerpo arbitral determine. Debe meterse el balón en el arco contrario donde Manuel Neuer tuvo un día de campo, contrario a lo que Nahuel Guzmán vivió, salvando a su arco en diversas ocasiones.
Y así la anotación de Benjamin Pavard le dio el triunfo y el campeonato a un cuadro alemán muy sólido y bien constituido que por supuesto es ya un histórico del balompié internacional.
Ricardo Ferretti y su conjunto han hecho historia también al llegar a la final… cuanta ilusión queda al pensar que pudieron haberla ganado.