El Año Nuevo chino es una celebración tradicional llena de simbolismos y deseos de prosperidad. El animal del zodiaco que regirá este año es el buey. Los festejos en 2021 se extenderán del 11 al 17 de febrero.

Se establece que, a partir del calendario lunar, esta celebración transcurrirá en la segunda luna nueva, después del solsticio de invierno (21 de diciembre). Por ello, el Año Nuevo chino no tiene un día fijo, como sucede con el Año Nuevo occidental. La celebración china puede ocurrir entre el 21 de enero y el 20 de febrero.

El Año Nuevo chino también es conocido como el Festival de la Primavera, que anuncia, precisamente, la llegada de un nuevo año en el calendario lunar, y representa el deseo de una nueva vida. Este se celebrará el 12 de febrero.

Se le conoce como Festival de la Primavera porque comienza casi al mismo tiempo que la primavera y, además, marca el final del invierno.

Los chinos festejan  el Nuevo Año Lunar ejecutando danzas tradicionales como las del Dragón o del León, y hasta  representan las bodas tradicionales de los emperadores.

La decoración es otro de los elementos más representativos: linternas rojas adornan todas las calles y las puertas son vestidas con coplas rojas:  versos en tiras verticales de papel rojo con mensajes de buenos augurios que reconfortan a las personas.

Los edificios públicos también son decorados con imágenes de color rojo, ya que se cree que este color trae buena suerte. También se acostumbra adornar o regalar pinturas o figuras relacionadas con el animal del zodiaco que reine ese año, en este caso, el buey.

En la víspera del Año Nuevo chino, las familias se reúnen para cenar todos juntos, incluso son capaces de viajar miles de kilómetros para reunirse con sus seres amados, pues esa cena es considerada el banquete más importante del año.

La comida, al igual que la cultura en China, está llena de símbolos que se relacionan con las buenas energías y el equilibrio. Durante estos días se suele comer pescado, ya que se asocia con la prosperidad; albóndigas chinas, porque son símbolo de grandes riquezas; y pastel de arroz, pues se dice que ayuda a tener más ingresos o a escalar de posición social.

Una vez que todos disfrutaron de su banquete, las familias se quedan despiertas hasta altas horas de la noche para presenciar uno de los mejores espectáculos de fuegos pirotécnicos en todo el mundo.

En la cultura tradicional china, la pirotecnia se usaba originalmente para espantar los espíritus malignos. En la actualidad, los fuegos artificiales son una costumbre importante para celebrar la llegada del Año Nuevo y también una forma de mejorar el ambiente festivo.

Según cuenta la leyenda, un monstruo llamado Nian salía a comerse a los aldeanos y destruir sus casas en la víspera de Año Nuevo. Los aldeanos descubrieron que la quema de bambú seco para producir un sonido explosivo asustaba al monstruo. Desde entonces, se ha convertido en una tradición.

Tal es su importancia, que hasta hay horarios para ver y escuchar este espectáculo de luces en el cielo: antes de la cena de noche vieja, que también es una invitación para que sus antepasados celebren con ellos.

También se escuchan estruendos y el cielo se pinta de colores a medianoche, justo cuando el reloj marca el inicio del nuevo año. Hay dos razones para lanzar cohetes a esta hora: la primera, para ahuyentar a los malos espíritus; y, la segunda, para celebrar el año nuevo con júbilo.

En la primera mañana del año nuevo, la pirotecnia es un ritual que augura para la gente bendiciones, abundancia y prosperidad en el año. Y por último en el festival de los faroles, el cual marca el fin de las fiestas de año nuevo. Se cree que los juegos pirotécnicos ayudan a las personas a protegerse de la desgracia y traen buena suerte para el resto del año.

Fuente: El Universal