Una fuerte helada siguió causando estragos en el sector energético estadounidense este martes, paralizando las operaciones en el canal de navegación de Houston, mientras algunas de las principales refinerías de petróleo seguían fuera de servicio en el mayor estado productor de crudo del país.
“Muchas terminales están cerradas. Eso está manteniendo a los empleados fuera de las carreteras”, dijo un despachante de la Asociación de Pilotos de Houston que guía los buques dentro y fuera del canal de 85 kilómetros.
Unos 13 buques estaban esperando para salir mientras que 18 estaban en fila para entrar en la vía de navegación que conecta el puerto petroquímico más activo de Estados Unidos con el Golfo de México, dijo el despachante.
La ola de frío provocó el cierre de las mayores refinerías de la Costa del Golfo, lo que contribuyó a un aumento de los precios del petróleo. Valero Energy Corp, Exxon Mobil Corp, Total SE y Motiva Enterprises detuvieron sus operaciones en sus plantas de Texas el lunes.
Alrededor de 807,000 barriles por día (bpd) de procesamiento de crudo estaban fuera de servicio en el área de Corpus Christi, mientras que 1.2 millones de bpd estaban en la misma situación en las regiones de Beaumont, Nederland y Port Arthur, según la consultora energética Wood Mackenzie.
Entre 1.3 y 1.8 millones de barriles diarios permanecieron fuera de servicio en Houston, según Wood Mackenzie.
“La combinación de la creciente demanda de combustibles para calefacción y las interrupciones en las refinerías probablemente desencadenará un aumento de los precios en toda la gama de productos refinados, desde el diésel hasta el propano”, dijo en un comunicado la vicepresidenta de Rystad Energy para los mercados del petróleo, Paola Rodríguez Masiu.
La ola de frío dejó al menos una persona muerta y más de 4 millones de personas en Texas estaban sin energía. El operador de la red eléctrica del estado se vio obligado a imponer apagones rotativos para satisfacer la creciente demanda de energía.
Fuente: Forbes