Gracias al trabajo en equipo de directivos, administrativos y personal de salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se logró enfrentar de manera estratégica la emergencia sanitaria más grande de los últimos 100 años y atender eficazmente al mayor número de personas enfermas por COVID-19.
Hoy, a un año de la pandemia por el virus SARS-CoV-2, el Seguro Social ha logrado dos objetivos: cero rechazos a toda persona infectada por COVID-19 que requiriera una cama, un ventilador, ser hospitalizada por su estado de gravedad, y protección plena al personal de salud, en todas sus dimensiones.
“En pandemia para el IMSS rendirse nunca iba a ser una opción. Este ha sido el año más difícil en la historia del Seguro Social, se habla mucho que es el reto civilizatorio en términos de salud más grande de los últimos 100 años, pero hace 100 años no existía el IMSS. Hace 78 años que nació esta gran institución y el 2020 ha sido el año más difícil, más retador”, afirmó el director general, Maestro Zoé Robledo.
En este contexto, quien encabezó la estrategia de atención a pacientes con coronavirus, doctor Víctor Hugo Borja Aburto, director de Prestaciones Médicas del Seguro Social, expresó que la pandemia requirió de grandes esfuerzos por parte del personal de salud del IMSS, porque no sólo se ha atendido a derechohabientes, también a personas sin seguridad social.
Refirió que en el IMSS se ha atendido a dos millones de pacientes con sospecha de COVID, de ellos más de 670 milcasos fueron positivos, casi 200 mil han sido hospitalizados en una cama del Instituto, de los cuales más de 50 mil son no derechohabientes.
“Esto ha requerido grandes esfuerzos de capacitación, en infraestructura, en crecimiento de camas, de la participación de grandes hombres y mujeres en la atención”, indicó Borja Aburto.
Sobre estos esfuerzos de crecimiento, se reconvirtieron 208hospitales, se conformaron Equipos de Respuesta COVIDintegrados por más de 86 mil médicos y enfermeras, con lo cual se ha garantizado la política de cero rechazos.
La reconversión más grande en la historia del IMSS implicó destinar más de 20 mil camas de las 37 mil 104 camas hospitalarias – incluidas las de IMSS-BIENESTAR – que han sido atendidas por 157 mil 645 trabajadores de la salud que han estado en la primera línea de cuidados.
En el Instituto el personal médico y de enfermería jamás se rindió, a pesar del miedo de ser contagiados o contagiar a sus familias, pero las medidas que se implementaron, sobre todo las acciones para contar con el Equipo de Protección Personal y la rápida capacitación de los trabajadores que atienden COVID-19, mostró con el tiempo que fue más grande la solidaridad y la entrega por brindar la mejor atención médica.
El Instituto implementó estrategias para evitar aglomeraciones en espacios públicos y cortar cadenas de contagio mediante la instalación de cuatro mil 94 Módulos de Atención Respiratoria del Seguro Social (MARSS) en las mil 525 Unidades de Medicina Familiar del país, mismos que han funcionado para la detección temprana de COVID-19 y el inicio de tratamiento.
Además, se determinó al COVID-19 como enfermedad general de trabajo, incapacidades en línea, convenio con empresas para el diferimiento de cuotas, capacitaciones gratuitas a través de la plataforma en Internet CLIMSS, la entrega de casi 142 mil recetas a domicilio en beneficio de más de 75 mil derechohabientes, entre otras.
A fin de reforzar al personal que atiende la emergencia sanitaria, se contrató a 40 mil 797 trabajadores de la salud. A todo el personal que está en la primera línea se le ha otorgado estímulos económicos a través del Bono COVID, con lo cual 225 mil trabajadores han sido beneficiados.
Directores de unidades médicas del IMSS que atendieron a pacientes con COVID-19 a lo largo y ancho del país, coincidieron que el trabajo en equipo logró vencer miedos, preparar a sus trabajadores de la salud, aprender de esta experiencia y que miles de pacientes se recuperaran de la enfermedad.
El doctor Gustavo Sánchez Huerta, director del Hospital de Infectología del Centro Nacional Médico (CMN) de La Raza, señaló que hace un año “estábamos a pocos días de tener el primer caso de COVID en México y había una gran incertidumbre” debido a la nula experiencia con el virus, perocon el liderazgo del director general y el compromiso de los trabajadores “se logró hacer un equipo fuerte e invencible”.
El Hospital de Infectología del CMN de La Raza fue el primer nosocomio del IMSS en recibir a un paciente con COVID-19 el día 18 de marzo de 2020, en donde se ingresó a un hombre que diera positivo a SARS-CoV-2 y el personal de salud ya contaba con un protocolo para atender estos casos. Esta unidad de atención para personas con esta enfermedad ha sido la más especializada en la materia.
Por su parte, el doctor Eduardo Medina García, subdirector médico del Hospital General Regional (HGR) No. 72 Tlalnepantla, Estado de México, dijo que “un año después podemos decir con orgullo que nuestro personal médico, nuestro personal de soporte se comportó a la altura de las circunstancias, hemos logrado mantenernos de pie y enfrentado con bastante dignidad una situación crítica”.
El HGR No. 72 tuvo algunas complicaciones al presentarse contagios entre la base laboral que se originaron en el exterior de la unidad médica, por ello se reforzaron acciones para minimizar riesgos médicos y de operación, entre ellas, la sanitización de todo el Hospital, dotación constante de Equipo de Protección Personal y permanente comunicación con los trabajadores.
En tanto, el doctor Víctor Hernández Barbachano, director del Hospital General de Zona (HGZ) No. 7 en Monclova, Coahuila, precisó que la labor de los profesionales de la salud fue de mucha responsabilidad y entrega para los pacientes con COVID-19. “Sin el trabajo en equipo que se obtuvo aquí no hubiéramospodido solventar esa situación. La clave del éxito es trabajar en equipo”.
El estado de Coahuila fue una de las regiones con mayores brotes de contagios por COVID-19, ante lo cual el IMSS desde abril de 2020 acordó fortalecer los protocolos y la capacitación de todo el personal en los hospitales de Monclova, Piedras Negras y Ciudad Acuña, con el permanente apoyo de expertas y expertos en epidemiología e infectología.
A su vez, María Teresa C. Ramos Hernández, subdirectora del HGR No. 17 en Cancún, Quintana Roo, manifestó que, a pesar del miedo, los trabajadores de la salud han dado lo mejor de sí para atender a pacientes con COVID-19. Tras un año de emergencia sanitaria, el mayor aprendizaje ha sido que “trabajando en equipo podemos lograr salir adelante”, además de que “el IMSS ha sido líder definitivamente en este momento crucial de la historia”.
En Quintana Roo hay coordinación permanente con el Gobierno del estado y la Secretaría de Salud estatal para solucionar problemas y agilizar procesos que permitieran contar con Equipos de Protección Personal para los trabajadores en la primera línea de atención al coronavirus.
Han pasado 365 días desde que fue diagnosticado el primer infectado por coronavirus. Actualmente se ha iniciado el Plan Nacional de Vacunación contra COVID-19 y se ha inmunizado al personal de la salud que ha estado al frente de la pandemia, en primera línea, lo que genera más seguridad, confianza y respaldo por parte de las médicas, médicos, enfermeras, enfermeros y todos los trabajadores del IMSS que han cuidado de enfermos por SARS-CoV-2.