Mike Pence enfrenta tal vez la presión más intensa desde que asumió la vicepresidencia hace cuatro años, cuando presida el Congreso para la protocolar ceremonia de contar los votos del Colegio Electorial y declarar al próximo presidente de Estados Unidos, como manda la Constitución.
Pero el mandatario Donald Trump y una facción importante de su Partido Republicano quiere que Pence se adjudique una autoridad inédita _e inexistente en la legislación estadounidense_ que le permita decidir cuáles votos contar y cuáles no.
Una posible aspiración presidencial en 2024 podría complicarse si la facción republicana encabezada por Trump percibe que no fue lo suficientemente leal en un momento crucial. Y una conducta desapegada a ley le valdría el rechazo del resto del conservadurismo estadounidense, más tradicionalista y respetuosa de las instituciones.
«El vicepresidente tiene la autoridad de rechazar electores seleccionados de manera fraudulenta», escribió falsamente Trump en Twitter este martes.
Una docena de senadores y más de 100 representantes republicanos planean apelar los resultados provenientes de varios estados, alegando un supuesto fraude del que ninguna autoridad electoral estatal, ningún tribunal, la Corte Suprema o el Departamento de Justicia hallaron indicios.
Trump desea que Pence se haga eco de las denuncias infundadas sobre un presunto fraude electoral que habría permitido la victoria del demócrata Joe Biden, y que durante la sesión bicameral se niegue a contar los votos electorales a favor de Biden, objetados por los congresistas republicanos.
Las apelaciones serán debatidas y sometidas a votación, pero la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes impedirá que alguna impida el triunfo de Biden.
Trump y su equipo interpusieron decenas de impugnaciones electorales que fueron rechazadas por tribunales de todo el país ante la inexistencia de evidencias.
Los 538 miembros del Colegio Electoral se reunieron el pasado 14 de diciembre en las capitales de sus respectivos estados y concedieron a Biden 306 frente a los 232 para Trump (la misma votación que sacó el hoy saliente presidente ante la demócrata Hillary Clinton en 2016).
Pero el jefe de Estado ve en la sesión bicameral del Congreso la última oportunidad para revertir el triunfo de Biden.
«Espero que Mike Pence actúe en favor de nosotros», dijo Trump la noche del lunes en Georgia refiriéndose a la labor de Pence durante la sesión bicameral.
«Por supuesto, si no actúa a favor de nosotros, ya él no me simpatizará tanto», agregó Trump sobre Pence.
Los comentarios de Trump representan un intento extraordinario de presionar a su vicepresidente de una manera desapegada a la ley.
Pence pronunció un discurso el pasado lunes en Georgia sin dar muchas luces sobre qué hará el miércoles.
«Sé que todos tenemos nuestras dudas sobre las últimas elecciones. Y quiero asegurarles, comparto las preocupaciones de millones de estadounidenses sobre las irregularidades electorales. Y les prometo, cuando llegue el miércoles, tendremos nuestro día en el Congreso. Escucharemos las objeciones. Escucharemos las evidencias», dijo Pence según la agencia AP.
Lo que sí hizo Pence fue pedirle la semana pasada a un juez federal que rechace una demanda interpuesta por varios republicanos, según la cual el vicepresidente, en calidad de presidente del Senado, tiene la potestad de usar su criterio para determinar cuáles electores aceptar o rechazar al momento de validar la certificación del Colegio Electoral.
El juez federal Jeremy Kernodle rechazó la demanda el pasado viernes.
La expectativa sobre el proceso de transición al nuevo gobierno demócrata alcanzó aún mayor intensidad este martes cuando el diario Roll Call reportó erróneamente que Pence no presidiría la sesión bicameral, y que el senador republicano Chuck Grassley, decano de la cámara, lo reemplazaría.
El mismo medio aclaró minutos después que Grassley se había referido a una situación hipotética en la que Pence estuviese obligado a ausentarse durante la sesión.
«Cada indicio que tenemos indica que el vicepresidente estará allí», dijo el despacho de Grassley según Roll Call.
El Congreso sesionará el próximo miércoles para dar el último paso previsto en el proceso electoral estadounidense: contar los votos del Colegio Electoral y declarar quién tomará posesión el 20 de enero como presidente de la nación.
El vicepresidente Mike Pence encabezará la sesión bicameral prevista a la 1 pm (hora del Este), en su condición de presidente del Senado.
La función de los vicepresidentes durante estas sesiones bicamerales consiste en abrir los votos certificados por las autoridades de cada estado y entregárselos a cuatro escrutadores, dos de cada cámara legislativa.
Los escrutadores leen, cuentan los votos electorales y se los devuelven al vicepresidente estadounidense, quien entonces anuncia el próximo presidente.
Se trata de una ceremonia protocolar que se cumple cada cuatro años sin mayores problemas, pero que esta vez, debido a la insistencia de Trump y su grupo de denunciar un fraude que no ocurrió y tratar de presentar la fecha como una oportunidad para revertir el resultado favorable a Biden.
Justamente, en 2017, le correspondió al entonces vicepresidente Biden declarar ganador a Trump.
Fuente: https://www.univision.com/